MURCIA (EFE). Violencia, drogas, traumas de la infancia y literatura son algunas piezas clave que arman Cuerda de presos, el nuevo libro de José Antonio Jiménez-Barbero (Barcelona, 1975), un docente de la Universidad de Murcia que, antes de dedicarse a la investigación de los problemas de conducta en los jóvenes, ejerció varios años como policía y, después, como enfermero especialista en salud mental.
Cuerda de presos, que se presenta este jueves en la Biblioteca Salvador García Aguilar de Molina de Segura, tiene como principal protagonista a César Monfort, un profesor de lengua en un instituto granadino que entra en la cárcel después de acabar con la vida del hombre que maltrataba a su hija Cristina, de dieciocho años. De esta forma, el autor recurre de nuevo a uno de los temas al que ya se ha dedicado a profundizar en algunos de sus libros como Los viajes de Ariadna: la violencia machista.
Aunque la violencia de género no es el foco principal de la novela, este barcelonés afincado en Murcia ha explicado que estará presente a la largo de la historia, tanto en la relación de la hija de César con su novio, un caso del denominado "teen dating violence", como en la propia prisión, en la que se producen también escenas machistas como agresiones sexuales.
"Se están dando cifras cada vez mayores, la cultura de género está regresando y los roles y estereotipos de género, creados a partir de los mensajes que se absorben desde los medios, videojuegos o la pornografía, siguen afectando a jóvenes de edades cada vez más tempranas como los 12 años", ha asegurado el autor para destacar la importancia de tratar este asunto en la literatura.
El autor es profesor en la Universidad de Murcia, donde dirige investigaciones relacionadas con la salud mental infanto-juvenil y en gran parte de sus novelas ha utilizado este bagaje para ahondar desde la literatura en temas de especial sensibilidad como el acoso escolar o la psicopatía.
En esta novela, la salud mental aparecerá de forma más indirecta que en otros de sus trabajos, profundizando en la infancia y las causas iniciales que llevan a los personajes a una vida de delincuencia.
La literatura será otra de las vértebras del libro, al convertirse en el puente de unión entre el protagonista César y otro de los presos, Raúl Maya, un narcotraficante de temperamento conflictivo que se ve envuelto en una conspiración orquestada por el jefe de un conocido clan de la droga de la Línea de la Concepción.
El escritor, que fue policía durante casi nueve años, explica que pese a no ser una de las novelas que más le haya costado escribir a nivel emocional, el proceso narrativo ha sido complicado al contar con muchas subtramas relacionadas entre sí.
Cuerdas de presos salió a la venta el pasado 10 de mayo y se distribuye en librerías de toda España y plataformas como Amazon.
