Entre el infinito y el más allá -Zapatero dixit-, veremos el este domingo cómo queda el mapa electoral y si acierta el CIS o los sondeos privados que marcan una tendencia clara. Aun así, puede ocurrir que nos encontremos en situación de bloqueo o que todo quede claro con la llegada de un pragmático Núñez Feijóo o la continuidad de un resiliente Sánchez. Abascal y Díaz se disputan el tercer puesto que puede decidir o no mayorías.
El voto por correo, el CERA y la abstención. Vaya por delante el esfuerzo realizado por los trabajadores de Correos que han hecho su trabajo para que los ciudadanos puedan cumplir con el derecho de votar. Lo demás es ruido y enredo político. Pero sí que habría que dotar de herramientas y personal a esta empresa pública. Ha habido falta de planificación y decisión por parte de la dirección de Correos; por cierto, sumida en una crisis financiera importante, como han denunciado los sindicatos. Y da igual si resulta que los líderes sindicales son o no amigos de Núñez Feijóo. Como es sabido, se ha batido el récord de ciudadanos que han optado por enviar sus papeletas por correo. La fecha era la era, con muchos españoles de vacaciones. Mientras recordemos que el resultado definitivo no lo sabremos hasta dentro de una semana porque hay que introducir el voto del exterior del CERA, tras decisión de la Junta Electoral Central. Y podría haber algún escaño dudoso en las circunscripciones en que por escaso margen se diriman la posibilidad de diputados para uno u otro partido. En cuanto a la abstención veremos si finalmente sube o cae y a quién beneficia o perjudica. Los demoscópicos aseguran que habrá una mayor participación a pesar de los rigores del calor y lo inoportuna de la fecha.
Cuatro candidatos y un destino en pleno sprint final. No sabremos si tendremos foto finish o todo será claro y evidente. Núñez Feijóo huye de los bloques, no quiere que le unan a Abascal y por eso pide esa mayoría suficiente para gobernar. Sánchez busca mantenerse como sea en Moncloa con Díaz aunque necesita a independentistas y nacionalistas. La líder de Sumar quiere ser la tercera para decidir y Abascal lo mismo con el PP. Digamos que hemos vivido una campaña peculiar. Pocas propuestas y sí bulos, lonas, videos y muchos platós y estudios de radio, redes sociales, tik tok, podcast, pocos mítines y algún que otro debate. Pero recordemos que el juez de todo siempre es el ciudadano que da y quita razones, en este caso votos, en plena canícula estival por mor del adelanto electoral de Pedro Sánchez. El domingo tendremos esa encuesta definitiva.
Los debates y su regulación. Es el debate eterno y valga la redundancia. No puede ser que cada vez que tengamos una convocatoria electoral estemos haciendo cálculos estratégicos sobre el interés positivo o negativo que rente a cada partido. Debatir, dialogar y confrontar es muy sano. Es una herramienta positiva para analizar y escudriñar programas electorales y ver también las hechuras o costuras de los candidatos. Así que alguien, el que sea, de una vez por todas debería regular por ley la celebración de estas citas electorales. Y da igual, a dos, a tres, a siete o los que sean. Al final estamos al albur de las urgencias e intereses de los partidos políticos y a sus ocurrencias más o menos creativas. No tiene por qué dar miedo o inseguridad. Regúlese por ley y ya todos sabremos en igualdad de condiciones que hay unos debates en los que veremos a los candidatos exponer sus propuestas y sus programas de los que por cierto en esta campaña hemos sabido poco.
Los sondeos y el CIS. Es otro clásico de nuestras elecciones. El final del partido lo veremos el domingo y sabremos quien ha acertado. Y no solo en el número como en las tendencias. En esta ocasión salvo el CIS todas las encuestas privadas van en la misma línea, incluida la del diario El País y la Cadena Ser, que a mitad de campaña avanzaba la posible mayoría de la derecha. Digamos que los metadatos o la letra pequeña del CIS es prácticamente la misma que las de los sondeos privados. Otra cosa es el asunto de la 'cocina' en la que al presidente del instituto público, José Félix Tezanos, se le ha ido la mano con las esferificaciones, el ronner, el abatidor y demás artilugios gastronómicos.
Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP: "Yo no miento. Y si digo algo que no es correcto, no es fruto de la mentira sino de la inexactitud". ¡Cuando metes la pata y tienes que explicar lo que has querido decir, es que no has acertado!
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno: "¿Qué es una mentira? Mentir es decir algo que sabes que no es cierto con la intención de engañar. Para mí no es mentir, es rectificar" ¡Ay, la lengua que matices tiene. La política tiene estas cosas: las rectificaciones!
Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar: "Conozco muy bien a Feijóo. Le llamo mentiroso compulsivo porque cree que puede mentir sin rubor y hacer de ello un proyecto político. Hace de la mentira el arte de gobernar y no tiene escrúpulos". ¡La necesidad del voto y la fibrilación compulsiva para buscar réditos!
Santiago Abascal, presidente de Vox dirigiéndose a Yolanda Díaz en el debate a tres: "Usted representa a la hoz y le martillo, el peor régimen de la historia de la humanidad junto con el nazismo". ¡Uno de los hits de Vox. Nada nuevo, pero según qué matices da un poco de repelús!
José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno: "El infinito es el infinito; el universo es infinito muy probablemente. No cabe en nuestra cabeza imaginarnos cómo es el infinito Pertenecemos a un planeta, la Tierra, y a una especie que es absolutamente excepcional. Somos el único sitio del universo, del todo, si es que podemos concebir el todo, donde se puede leer un libro y se puede amar". ¡Una de las frases favoritas de la semana. Las meninges se reblandecen en verano y pasa lo que pasa con el infinito, el universo, el planeta y cualquier cuerpo celeste que se nos aparezca. Es la casuística del jarrón chino!
Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno: "Hoy estoy aquí y el día 15 a quien quiera acordarse de quien se acuerde de que yo aunque no sea físicamente estoy aquí y mucha más intensidad que en el día de hoy". ¡Y en esas estábamos y aparece Rajoy con sus circunloquios ininteligibles, pero muy graciosos y casi entrañables. Se supera día a día y no sabemos si nos gusta más como jarrón chino. Lo dicho, las meninges se resienten!
Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía: "Qué hartura de campaña". ¡Pues eso, menos mal que el domingo ya votamos!