Desarrollo visual de un videojuego. Foto: Sons of a bit.MURCIA. En la era de la digitalización, hay sectores que comienzan a pedir su sitio dentro del panorama industrial y empresarial de la Región. Pese a los prejuicios que puede albergar ente algunos sectores de la población, los videojuegos son cada año que pasa un sector al alza tanto en la Región como en el resto de España. En la Región, sin embargo, todavía supone un porcentaje mínimo del total de empresas en España. Apenas el 2%, muy por detrás de las vecinas Andalucía (15,7%) y Valencia (12,2%), y a años luz de Madrid o Barcelona (24,7 y 28% respectivamente).
"Empresas ahora mismo de videojuegos en la Región hay muy poquitas. Muchas son unipersonales. El problema de este tipo de empresas es que tardas mucho tiempo, unos dos o tres años, en desarrollar un proyecto. Y, claro, durante ese tiempo necesitas seguir teniendo ingresos", afirma Eduardo Saldaña, de la startup Sons f a Bit, cofundador junto a su hermano Alberto, y que fue finalista del South Summit Madrid 2020. “Hay interés, cada vez se hacen más talleres formativos, pero por el momento está costando despegar”, añade. "Yo no vivo de esto ahora mismo. Estamos de forma desinteresada un chico de Barcelona, una chica de aquí de Murcia y yo. Empezó siendo una pasión ante la falta de trabajo. Lo que siempre he tenido claro es que no quiero hacer el trabajo para otros, quiero crear mis propios proyectos", corrobora esto Marco Antonio Palacios, de Markanime Studios.
"Talento y ganas hay. Pese a que estamos todavía en una fase incipiente, se están dando pasos. Necesitamos, eso sí, que se apueste más desde los centros formativos. Hay cierto desconocimiento sobre la existencia de empresas y mucho talento se marcha a otras regiones que cuentan con empresas de videojuegos más desarrolladas. Necesitamos más ayudas", señala Saldaña. "El principal problema que tenemos es que no hay un ecosistema empresarial grande. En otras regiones si hay más fuerza. Vamos mejorando, pero aún nos queda mucho", añade.
Entre las grandes demandas de los profesionales es la falta de formación específica, algo que dificulta la aparición de perfiles necesarios para cimentar las empresas emergentes. "Es un punto débil. Si no hay un tejido empresarial es complicado que se oferte una formación y así es la pescadilla que se muerde la cola. Al no haber tejido empresarial, no hay formación, no hay perfiles para contratar y vuelta a empezar. En este sentido, aunque no estoy muy a favor de las ayudas, sí creo que se debería dar un impulso a esta industria. Aunque, como te decía, cada vez hay más formación específica, por ejemplo en el apartado visual", afirma Saldaña.
Todo esto dificulta la posibilidad de vivir profesionalmente de los videojuegos. "En general es muy difícil vivir de los videojuegos, son productos que requieren mucho tiempo de desarrollo y que no te aseguran un retorno del capital, ya que no dependen de que el producto sea perfecto técnicamente si no que artísticamente sea atractivo. No obstante, es más fácil desarrollar estos productos en regiones donde el coste de vida es inferior que en las principales ciudades de España, por ejemplo Murcia", afirma David Garcerán, de Farlight Games. Del aumento de la formación dependerá el crecimiento del videojuego de la Región.
