CARTAGENA. A la espera de que lleguen los turistas, el centro de Cartagena va recuperando color. Han tenido que pasar 15 años para que el edificio ‘vecino’ del Teatro Romano de Cartagena pueda volver a reactivar su reforma. Un embargo de los anteriores propietarios provocó que la obra haya estado parada durante más de una década. Ahora, en los últimos meses de pandemia, la reforma del edificio ha vuelto a activarse de la mano de Antonio Alarcón Liarte Construcciones.
El edificio constará de apartamentos de dos y tres habitaciones, con una superficie entre los 50 y 70 metros cuadrados, con dos baños en los pisos de tres habitaciones y un baño en el de dos. Una nueva edificación que supondrá más oferta en un mercado inmobiliario saturado, con una demanda alta y poca oferta en la ciudad. Todo ello desemboca en unos precios desorbitados, más inasumibles que nunca por la reciente crisis que todavía estamos padeciendo. “Los pisos se van vendiendo poco a poco. Como la economía. Poco a poco se va reactivando todo”, señala Antonio Liarte, al cargo de la reforma del edificio.
Una reforma que se une a otras que se vienen realizando en la ciudad para, por fin, renovar el centro de la ciudad, copado en demasía de edificios viejos o abandonados que proliferan especialmente en calles del caso histórico como la calle del Aire o la citada del edificio contiguo al Teatro Romano, perpendicular a la calle de cañón. La asignatura pendiente sigue siendo los muchos solares abandonados existentes en distintos puntos de la ciudad y que, hace meses, el Ayuntamiento amenazó con expropiar si no se les daba un uso.
No es fácil construir en Cartagena ante la ‘amenaza’ de que al poco de la construcción se encuentren ruinas romanas o restos arqueológicos que paralicen la obra. Junto a los edificios de lujo que próximamente estarán estrenados en la calle Real (uno de ellos ya tiene todo vendido y otro será para alquiler turístico), Cartagena va dando pasos hacia otra renovación como la acometida a comienzos de los 2000 y que mejoró, de manera ostensible, la imagen de la ciudad.