MURCIA. Ni tener una idea de negocio sencilla es sinónimo de empresa pequeña ni arrancar con un capital mínimo impide crecer hasta el infinito. Se trata más bien de dar con una idea empresarial que cubra una necesidad de mercado, dar una pequeña vuelta de tuerca a lo ya establecido y, sobre todo, desarrollar una buena estrategia para materializarla y escalarla. Todo ello sin olvidar que el factor suerte existe.
A nadie se le hubiese ocurrido pensar que crear una empresa dedicada a la venta de ovillos de lana en pleno siglo XXI pudiese llegar a superar los 15 millones de euros anuales de facturación vendiendo kits para tejer por todo el mundo. Esto es lo que han conseguido Alberto Bravo y Pepita Marín desde que fundaran We are Knitters en el año 2013.
Para componer música con los dedos se creó la startup Music Fingers, en cuyos inicios llegó a participar Carlos Mateo, presidente de la Asociación Nacional de Startups. En esta comercializan un dispositivo portable que, conectado a una divertida aplicación móvil, permite a cualquier persona que siente la música crear y tocar sus canciones favoritas simplemente con los dedos. Para validar el dispositivo llevaron a cabo una campaña de crowdfunding en Kickstarter con la que obtuvieron cerca de 27.000 euros con la participación de 235 patrocinadores.
Tampoco la idea de envolver con una goma elástica una libreta de notas parece muy brillante. Sin embargo, así es como creó su huella de identidad la famosa la marca Moleskine en todo el mundo.
Algo parecido podría decirse del negocio de papelitos autoadhesivos, amarillos en origen, que han pasado a formar parte de los inventos que cambiaron el mundo. El Post-it fue una creación del químico Spencer Silver, quien trabajaba para la compañía 3M como científico en el laboratorio de investigación corporativa. Su misión era encontrar un pegamento de alta capacidad que pudiera ser usado en la construcción de aviones. Sin embargo, el resultado fue fallido. Dio con un pegamento de alta calidad pero tan débil que solo servía para pegar dos hojas de papel y luego despegarlas sin dañarlas. Actualmente Post-it es una marca registrada de 3M Company con la que sus dueños consiguieron ganar 4.386 millones de euros en 2014.
Pero tampoco es necesario inventar nada nuevo para triunfar. Valga el ejemplo del Grupo Calvo, la empresa de alimentación con sede en Carballo (La Coruña) especializada en conservas de pescado a la que todos solemos relacionar con el atún. Obviamente, no cabe atribuirles la invención del atún, pero sí ostentan el mérito de ser los primeros en sacar al mercado el pack de 3 latas, novedad que lanzaron en 1978 y que luego imitaron el resto de las marcas. Ya antes, en 1965, habían sido pioneros en sustituir la lata ovalada por la circular. Su último ingenio en materia de embalaje corresponde a Vuelca Fácil®, elegido como el producto más innovador del 2021, según un estudio del sector de gran consumo en España, además de ser galardonados por el jurado del Congreso Nacional de Medio Ambiente 2022 con el premio Ecodiseño en la categoría de Gran Empresa.
En caso de que se expandiera el sistema de Vuelca Fácil® y fuera adoptado por otras marcas, como sucedió con el pack de tres, el Grupo Calvo podría poner en un apuro a otro de los negocios más boyantes del siglo pasado: el de las anillas para las latas. En 1974, Dan Cudzik, un ingeniero del fabricante de latas Reynolds y su equipo, dedicaron 37.000 horas a perfeccionar un sistema llamado Stay-on-Tab (SOT) y adaptaron la fábrica para su creación en masa. Con este sistema, la tapa de la lata que antes acababa en el suelo, dejó de hacerlo. Está considerado uno de los inventos millonarios aunque cuentan que Cudzik solo recibió 1 dólar de plata por su trabajo mientras que Reynolds se llevó 20 millones de dólares.
Volvemos otra vez a España para hablar de una marca de calzado cuyo acierto fue darse cuenta de que había hombres que aspiraban a aparentar una estatura mayor que la real. Para solucionarlo, a la marca sevillana de calzado Másaltos se le ocurrió introducir en los zapatos de caballero unas alzas que les elevaban hasta 7 cm. más de su altura real. La empresa hace tiempo que superó el millón y medio de facturación vendiendo online por todo el mundo, entre otros, al ex presidente francés Nicolas Sarkozy.
Pero si satisfacer una necesidad de mercado es un factor que juega a favor de un proyecto, tampoco es premisa indispensable para triunfar con un negocio. Cercano al absurdo, creó en 2008 el desarrollador estadounidense Joel Comm su app iFart cuyo único cometido era hacer reír emitiendo distintos sonidos de flatulencias. iFart se convirtió en una de las aplicaciones más vendidas en iTunes Store y eso que su descarga tenía el precio de 1 dólar l, lo que permitió ganar al autor 10.000 dólares al día durante varios meses. Actualmente, Joel Comm es el director ejecutivo de InfoMedia, una empresa de consultoría de redes sociales, speaker y autor de varios libros de emprendimiento.
Tampoco puede decirse que el mercado estuviese necesitado de contar con mapas de tinta rascables. Sin embargo, esta es la idea de negocio que llevó a Carlos Martínez a dejar de lado su profesión como farmacéutico para apostar de lleno por el emprendimiento. Suya es la empresa Enjoyers, inicialmente bautizada como Enjoy Maps, que factura ya 200.000 euros anuales. La idea la tuvo Martínez en sus tiempos de estudiante de Farmacia en la Universidad Complutense de Madrid. El proyecto lo presentó a los premio emprendedores de dicha universidad y obtuvo el galardón a la mejor idea emprendedora. La empresa, radicada en Cuacos de Yuste, un pueblo de Cáceres con 900 habitantes, cuenta ya con cuatro empleados y el 15% de su facturación es internacional.