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XEITO I ESPENTA / OPINIÓN

Hacer de la necesidad virtud

O el fin justifica los medios, o París/Bruselas y Waterloo bien valen una misa o sacar ventaja de las desventajas y beneficio de las desgracias propias y ajenas... En resumen, la ley de amnistía ya está aquí y veremos hasta dónde llega con Puigdemont incluido y con la investidura de Pedro Sánchez a punto. Mientras, la calle bulle.

11/11/2023 - 

Cuando se juegan varios partidos a la vez. El bien superior para Pedro Sánchez es lograr su investidura y seguir en Moncloa. Y la frase es suya: "Hay que hacer de la necesidad virtud". Para ello se ha empleado a fondo, más bien sus negociadores, en especial el secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, que ya es más belga que el encaje de Bruselas. Ha resultado casi enternecedor ver cómo en la soledad más solitaria en su hotel intercambiaba papeles, adendas, párrafos y demás ditirambos con las hueste de Carles Puigdemont para proteger al hombre de Waterloo, que mira por dónde tiene una imputación indiciaria por terrorismo. Cuando se forme Gobierno, Cerdán se ha ganado como poco un ministerio. 

Pero es que esta jornada de liga eterna tiene más partidos. Se debate la fortaleza o no del Estado de Derecho; la vigencia de la Constitución o su flexibilidad en la que todo cabe -ya lo dirán los jueces/TC-; se dirime si finalmente Sánchez es tan resiliente como aparenta; o si Alberto Núñez Feijóo manda en los suyos y orilla a Vox -no tiene manera de deslindarse de ellos, le guste o no-; se juega el partido en Cataluña entre Puigdemont y Oriol Junqueras -¿quién consigue más para Cataluña o en beneficio propio?-; también en el País Vasco que de repente descubre las cercanías, los beneficios fiscales para la banca y las energéticas y quiere alivio fiscal para Repsol -recordemos que su consejero delegado es Josu Jon Imaz, antes presidente del PNV y ahora sugiriendo que a lo mejor se lleva la compañía fuera de España si no tienen ese alivio fiscal -¿por qué algo tan oneroso para el contribuyente de andar por casa se llama con el epíteto de alivio fiscal?... Y además la UE nos pide explicaciones por el alcance de la amnistía. Menos mal que raudo y veloz el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha dicho que la cosa no es del Gobierno sino del Parlamento y podríamos seguir con más partidos de la jornada.

Los dúos de moda. En Cataluña y aledaños -Waterloo y Bruselas-, Carles Puigdemont cree que tiene su última victoria sobre Oriol Junqueras. El escollo fundamental de estos días eternos de quiebros y requiebros negociadores ha sido la protección de Puigdemont y la sorpresiva imputación del juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, que resulta que casi de penalti en el último minuto publica su auto inculpatorio por terrorismo para el líder de Junts. Se hablaba del eufemístico término de "diferencias técnicas". Es decir, hay que salvar al soldado Puigdemont y a sus acompañantes por delitos económicos o de corrupción. Y además se cuela de rondón la cesión del 100% de los tributos a Cataluña. Una ronda completa. 

El de Waterloo no puede con la competencia que representa el líder de ERC, Oriol Junqueras. Torció el morro cuando el ministro Félix Bolaños y Junqueras firmaron el acuerdo de la amnistía y todo eran alaracas entre PSOE y ERC. Con eso no puede, él siempre tiene que quedar por encima. Si nos vamos al País Vasco, tenemos el extraño silencio táctico de EH Bildu y Arnaldo Otegui que le moja la oreja al PNV ante la próxima convocatoria electoral. De siempre es conocida la habilidad pragmática de los peneuvistas. En este momento no se sabe si Iñigo Urkullu será el candidato a lehendakari y su presidente partidario Andoni Ortuzar se deja querer por el PSOE. Ya piensan también en la cesión de las cercanías, el alivio fiscal de Repsol, la gestión de la seguridad social, el cierre del polígono de tiro de las Bárdenas Reales y, atención, ¡qué casualidad!, nuevas trasferencias y cuotas de autogobierno. Estos dúos le van a salir por un ojo de la cara a Pedro Sánchez, todo sea por hacer de la necesidad virtud.

Carles Puigdemont. Foto: EUROPA PRESS

En la calle vemos el caldo de cultivo de los ultras. La cuestión de la amnistía para todos, tanto si estaban afectados por el procés como para Pujol y sus hijos, o los más conspicuos colaboradores directos de Puigdemont, es una auténtica broma. La sociedad española está dividida, tanta generosidad estratégica e interesada no se entiende. Las protestas han surgido alentadas por Vox y aprovechadas por los grupúsculos ultras más notables. Al final, violencia gratuita que es utilizada políticamente por unos y otros. Se establece el baremo de la condena. Toda la violencia o solo la de los contrarios, la que te interesa y te renta o la que rechazas porque te salpica. En situaciones así hay que cuidar con quién te juntas, tanto por acción como por omisión. El caldo de cultivo está servido y los que viven de la violencia como comportamiento habitual están en su salsa y les da igual a quien perjudiquen o beneficien. Por no decir en el lugar comprometido que se deja a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que tienen que lidiar con ellos y con las directrices de los responsables políticos que a veces no son las más convenientes. 

El Tablero

  • PSOE: Pedro Sánchez lo vuelve a hacer. Calma, prudencia, desaparición y al final seguimos en Moncloa, o eso parece. Ha tenido haciendo horas extras a sus negociadores, algunos muy esforzados. Y luego en esta peligrosa deriva de las cesiones a los independentistas, no solo la amnistía, las cercanías, la condenación de la deuda del Fla. No le arriendo la ganancia para el futuro más inmediato. Será un tira y afloja continuo para contentar a unos y otros y seguir en el poder. Sus huestes, no las de la nomenclatura sino los trabajadores y militantes de a pie, han sufrido estos días los ataques, escraches y concentraciones contrarias a sus negociaciones. Intolerables estas acciones que han de ser condenadas sin paliativos. Después de rematar los flecos de Puigdemont y compañía Sánchez ya se encamina a su bien superior. Seguirá en Moncloa aunque lo haga con unos cuantos jirones que veremos cómo le afectan en un futuro próximo.
  • PP: Alberto Núñez Feijóo y su sino. Está en la oposición con un problema añadido. Ha optado por la estrategia de protestar en la calle, pero tiene un duro competidor como es Vox, con un discurso aguerrido y visceral. Feijóo es un hombre de temple, equilibrado que todavía no le ha tomado el pulso a Madrid y a lo que es dirigir un partido nacional. No puedes estar prácticamente 48 horas sin condenar la violencia de los ultras en las protestas frente a las sedes del PSOE, sobre todo cuando quieres rehuir a Vox. En su día se lo hicieron a su partido. Ahora lo ha recordado diciendo que nadie le da lecciones. Lidiar con Abascal no es agradable. Le sigue necesitando aunque piense en una camino a medio plazo para conseguir fagocitarle. De momento, el PP dará la batalla en la calle. Este domingo ha convocado concentraciones en todas las capitales de provincia. Y luego podrá recurrir a los tribunales para evitar los efectos de la ley de amnistía. Utilizará el Senado, cámara con mayoría absoluta popular, para dilatar la puesta en marcha de la ley. Se avecinan más tensiones, no solo políticas, también jurídicas y judiciales.

Alberto Núñez Feijóo. Foto: EDUARDO PARRA/EP

  • Vox: Santiago Abascal se equivoca. A estas alturas del partido, Abascal aparece confundido y asimilado a los ultras que han provocado violencia ante las sedes del PSOE. En su ansia de conquistar la calle frente al PP, se ha pasado de frenada. Arengando a las masas para salir en la foto y obtener rentabilidad de la crítica al PSOE, se le ha ido la mano. Y ahora por mucha condena que hagan intentando deslindarse de los ultras lo tiene prácticamente imposible. Juega a la escenificación, pero se ha pasado con la sobreaactuación.
  • Sumar: Yolanda Díaz y su silencio. Es como el Guadiana. Ahora voy, ahora vengo. En los últimos días, apenas algunos post o tuits y ya. Sánchez le dio el alto, diciéndole que los contactos, pactos y acuerdos con Puigdemont y compañía eran de su negociado. Así que pactó con el PSOE y ya. Silencio total y absoluto. Bastante jaleo tiene con los suyos, es decir Podemos, que poco suyos son y que ya piensan en caminar por separado. De todos modos esperemos a la investidura que seguro que reclamará su cuota de pantalla y, luego con la formación de Gobierno, vendrá la tómbola de los ministerios y ahí si que va a jugar y todos nos vamos a divertir. Si no fuera porque esto no es un juego, pues estamos hablando de nuestro país y los ciudadanos...

Las frases de la semana

Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP: "Sánchez es el principal culpable de lo que ocurre. Yo no soy ambiguo. Rechazo la violencia venga de donde venga, pero no comparto la impunidad para los que cometen actos de violencia". ¡Le falta ritmo y reacción. Puede perder la batalla del relato de la crítica a Sánchez!

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad de Madrid: "La dictadura ha llegado por la puerta de atrás". ¡Rápida y marcando estela a Feijóo y calentando el ambiente!

Isabel Díaz Ayuso. Foto: ALBERTO ORTEGA/EP

Jaume Asens, negociador de Sumar: "Se está intentando afinar al máximo para que los jueces solo tengan que aplicar la ley y no interpretarla". ¡O sea, que tenemos miedo a los jueces por si aplican la ley y la cumplen. Sin comentarios!

Andoni Ortuzar, presidente del PNV: "El acuerdo no está maduro. Queremos más cuotas de autogobierno". ¡Pues nada, otra tanda de cesiones y tenemos pacto!

Santiago Abascal, presidente de Vox: "Seguiremos en la calle porque se está en riesgo de que quede abolido el Estado de Derecho". ¡El salvador justiciero que pierde al cálculo del mensaje!

Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha: "Sánchez se está dejando humillar por Puigdemont. Al final de esta película o bien Puigdemont o bien Sánchez se convertirán en botiflers". ¡Se va a quedar como un verso suelto. Amaga pero no remata. Y encima su gemelo Javier deja el PSOE porque no entiende la deriva del partido. Ay, la familia…!

Emiliano García Page. Foto: JCCM

Pere Aragonés, president de la Generalitat de Cataluña: "Al igual que el Papa opto por el diálogo". ¡Como si no tuviera bastante el Papa Francisco. Cuarenta minutos con Aragonés y perdió la voz de tanto dialogar!

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