LORCA. El que fuera alcalde de Lorca hasta hace cuatro años, Fulgencio Gil Jódar, ha recuperado el municipio para el Partido Popular después de que lo perdiese en las elecciones de 2019 tras doce años de 'reinado azul'. No ha conseguido una mayoría absoluta, pero la suficiente con once concejales para gobernar en solitario frente a un PSOE con 9 ediles y sin izquierdas con las que sumar; y si Vox, con otros 4 concejales, se lo permite.
Según estos resultados, con el 88% de los votos escrutados, el PP habría obtenido 14.688 apoyos (40,97%), con un concejal más; mientras que 12.026 lorquinos han votado al PSOE (33,54%), con un concejal menos. Vox ha sido respaldado por el 16,98% de los votantes, con 6.090 votos y dos concejales más. También están representados IU-LV+Podemos+AV, con un concejal. Ciudadanos desaparece.
Exultante compareció Fulgencio Gil, quien celebró que el Partido Popular haya obtenido más votos que toda la izquierda, al tiempo que aseguró que los lorquinos van a tener "un gobierno solido y fuerte entorno a las siglas del PP".
En las anteriores elecciones de 2019 Lorca cambió de color, pasando del azul al rojo. En aquellas elecciones, el Partido Popular perdió la mayoría absoluta después de doce años. Los populares obtuvieron entonces el 37,5% de los votos, empatando con el PSOE, que también logró diez concejales. En el Ayuntamiento de Lorca, compuesto por 25 ediles, también estuvo representada Izquierda Unida-Los Verdes con 2 asientos (7,63% de los votos), Vox con 2 representantes (7,55%) y Cs con solo uno (5,4%). Según estos resultados, en 2019 el PP perdía tres concejales (de 13 a 10); el PSOE recuperaba dos (de 8 a 10), IU- V perdía uno (de 3 a 2) y Cs se mantenía con uno. La gran novedad fue que Vox irrumpía en el Consistorio lorquino (2).
Ante este escenario, las negociaciones de PP y PSOE para conseguir apoyos se llevaron in extremis. Fue el respaldo de IU y Cs el que consiguió que el socialista Diego José Mateos fuera el alcalde de Lorca tras un reinado azul de doce años y arrebatándole el bastón de mando a Fulgencio Gil. El acuerdo alcanzado conllevaba que PSOE y Cs gobernarían en coalición con un ejecutivo compuesto por diez concejales socialistas y uno ‘naranja’.
Parecía una de las coaliciones que mejor había funcionado en esta legislatura, pero se rompió con mucho ruido a menos de tres meses para las elecciones. El alcalde socialista Diego José Mateos tomó la decisión de cesar al vicealcalde y concejal de Economía, Turismo, Industria, Comercio, Artesanía y Empresas Pública, el ‘naranja’ Francisco Morales, al detectar presuntas irregularidades en la anulación de un evento de promoción turística de la Semana Santa; el edil que le había dado su apoyo para gobernar.
Tras conocer su destitución, el entonces vicealcalde se encerró en su despacho, negándose a abandonarlo, desde las once de la mañana hasta las seis de la tarde. Morales no renunció a su acta de concejal y continuó como portavoz de Ciudadanos en el municipio y defendió que nunca obró "de mala fe”, presentándose también como candidato a la Alcaldía en estas elecciones del 28M.