CARTAGENA. Pocos sectores han rejuvenecido en la Región como la hostelería. A pesar de ser el turismo una de sus bazas a nivel económico, ha sido en la última década cuando la Región ha dado un salto cualitativo y cuantitativo si de bares y restaurantes se trata. Se han multiplicado los bares, restaurantes de todo tipo. Sin embargo, no habían proliferado negocios como las foodtrucks, especialmente apetecibles en el periodo estival.
Esto mismo pensaron tres amigos cartageneros cuando, un día comiendo, surgió la idea de poner en marcha un negocio de comida en una foodtruck. “Surgió sin tenerlo previsto. Un día hablando, vimos que no existía en Cartagena un negocio así. Entonces nos pusimos en marcha para montar el negocio. El papeleo nos llevó unos cinco meses, algo engorroso, y poco a poco, el negocio fue tomando forma”, afirma Álvaro Hernández, uno de los tres socios de ‘La Guindilla Taquería, junto a Antonio Baraza y Álvaro Carrión. “La verdad que todo nos ha ido saliendo poco a poco. Porque la camioneta nos aparece a través de una persona que conocemos de casualidad, nos dice que tiene una camioneta, nos la enseña, nos cuadra dentro de lo que queríamos…Y lo más difícil estaba”, añade Hernández, que ha situado su negocio en la subida al faro de Cabo Palos, justo antes del famoso local del pueblo ‘El Chinchorro’.
De una forma parecida surge la oportunidad para la murciana Ana Villa, dedicada al sector inmobiliario pero que vio en el negocio de una foodtruck una buena oportunidad de negocio para este verano. “Yo estaba trabajando en una inmobiliaria, pero por el mes de marzo lo dejo porque en este momento está un poco parado el sector y paso a desarrollar una aplicación dedicada al sector inmobiliario. Y un día, comiendo con mi novio, y mi mejor amigo, nos comenta que tenía una foodtruck, y una concesión para colocarla en la playa de Cabo Roig. Entonces, nos ponemos en marcha para tener los papeles en regla y este miércoles ya abrimos con bastante éxito la verdad”.
En el caso de la Guindilla, la oferta está enfocada en la gastronomía mexicana mezclada con el producto regional, “ya que la oferta de comida mexicana en la Región es bastante pobre en mi opinión”, señala Hernández, chef de profesión. La clientela, con precios asequibles, pretende que sea de cualquier índole, tanto jóvenes como adultos o familias. “La idea es también instalar lo que se llama la ‘streetfood’, de comer en la calle, algo que en otros países está muy popularizado pero que aquí no estamos tan acostumbrados. También hemos habilitado la opción del take-away”, añade el chef de la Guindilla.
En la misma onda se mueve la foodtruck de Ana Villa, que no pretende ofrecer una comida de vanguardia, sino la idea de poder comer o cenar mientras tienes las vistas espectaculares del paseo de Cabo Roig. “Ofrecemos nachos, hamburguesas y todo tipo de bebidas. También, aunque iremos incorporando cosas a medida que vaya funcionando el negocio, tenemos smoothies de frutos rojos, coco, plátano…Un poco de todo. La idea es poder comer, cenar mientras tienes de vistas la playa y la noche de verano”, señala Villa. “Además, vamos a poner durante estos próximos días, unas luces y acondicionar la parcela que tenemos para que por la noche sea una zona de estilo chill-out, donde poder tomarte una copa por la noche sin molestar a los vecinos de alrededor”, añade. Pese a las restricciones, la oferta gastronómica de la Región se revitaliza con el concepto ‘foodtruck’.