MADRID (EFE). La agencia de calificación Fitch ha mantenido la nota de España en A- con perspectiva estable tras la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, aunque advierte de que el "panorama político cada vez más polarizado" y la dependencia de los independentistas "podrían plantear desafíos".
En una nota, Fitch justifica el mantenimiento de su calificación soberana por el crecimiento económico, una economía diversificada y de valor añadido, instituciones sólidas dentro del marco europeo e indicadores de gobernanza "en línea" con el resto de países con la misma calificación.
"La perspectiva estable refleja la opinión de Fitch de que el nuevo gobierno continuará implementando políticas alineadas con el Plan nacional de Recuperación y Resiliencia", añaden.
Asimismo, la agencia de calificación apunta que, pese a los "obstáculos externos", los superávits por cuenta corriente se han mantenido, si bien también resalta que la deuda pública continúa en niveles "elevados" y que la baja inversión y productividad han limitado el crecimiento potencial del PIB.
Respecto a sus previsiones, Fitch estima que la economía española se moderará al 1,7 % en 2024 tras crecer un 2,3 % este año y que, debido al "débil" crecimiento de los socios comerciales, el avance del PIB español vendrá impulsado por la demanda interna.
Sobre la deuda, el calificador pronostica que el ratio alcanzará el 108,4 % del PIB este año, "el doble" que el de otros países con la calificación A- y a pesar de que el "elevado crecimiento del PIB nominal ha reducido significativamente el ratio de deuda de España desde su máximo de 2020".
Fitch añade que se prevé una ralentización en el ritmo de caída del ratio "con la desaceleración del crecimiento económico y los déficits fiscales primarios proyectados en el modelo de dinámica de deuda de mediano plazo de Fitch".
Por su parte, el déficit previsto para 2023 alcanzará el 3,9 % del PIB y subirá una décima en 2024.