Yuri Harkusha y Víctor Yakimov son amigos y compañeros en los benjamines y los alevines de Halcones, entidad deportiva en la que esta temporada han convivido jugadores de 12 países en sus distintos equipos
TORREVIEJA. Niños rusos y ucranianos jugando al hockey en el mismo equipo, unidos en busca de un objetivo común. Sus padres animando en la grada, codo con codo, haciendo fuerza con entusiasmo y sin ningún tipo de rencilla. Todo ello ocurre en el seno de Halcones Torrevieja, club de hockey línea afincado en esa localidad alicantina y que es una auténtica Torre de Babel, pues en él se integran deportistas de distintas nacionalidades y que es un claro ejemplo de armonía en el deporte.
En los difíciles momentos que se viven en Ucrania, nación sumida en el dolor y la amargura como consecuencia de la invasión militar de la Rusia de Vladimir Putin, a miles de kilómetros aunque con el pensamiento puesto en sus países y con el corazón acelerado por lo que allí sucede transcurre el día a día de los Harkusha y los Yakimov, entre otras muchas familias más que lamentan el conflicto que tanta consternación genera y que les toca tan de lleno.
Yuri Harkusha y Víctor Yakimov son amigos y compañeros en los benjamines y también en los alevines, mientras que Arsenii Kupreev ha jugado esta temporada con los juveniles.
En la escuela municipal que gestiona el club están, además, tres niños más de Ucrania -Daniil, Rienat y Dobrynya- y uno de Rusia -Alex-.
Patinan yendo en la misma dirección, celebran los goles juntos y disfrutan manejando la pastilla con sus sticks como queriendo demostrar a quienes manejan el mundo que hay otra forma de hacer las cosas.
Estos chicos son parte de una amplia población de ciudadanos venidos desde Rusia y de otros países y que residen en este municipio costero tan cosmopolita.
"Es triste y todos estamos preocupados pues debe haber paz", dice Oxana, rusa y madre de Víctor, mientras que Anna, ucraniana y madre de Yuri, admite que le gustaría tener a su familia con ella, pero su hermano "no puede salir del país pues todos los hombres de más de 18 años están llamados a pelear", reconoce
Anna, madre de Yuri, es ucraniana y lleva cuatro años y medio en Torrevieja; Oxana, la de Víctor, es rusa y reside en esta población desde hace veinte. Las dos y sus familias tienen hecha la vida en España y disfrutan del deporte que practican sus hijos, pues suelen acompañarles en el autobús que les traslada por las provincias de Alicante, Valencia y Castellón.
"Nos conocemos desde hace cuatro años y hemos establecido una buena amistad. Coincidimos cuando los niños iban a natación y de ahí pasamos al hockey, un deporte que les encanta y que seguimos en familia", cuenta Oxana, quien lamenta los acontecimientos que ponen a su país en el foco internacional.
"Es triste y todos estamos preocupados pues debe haber paz", manifiesta.
En términos similares se expresa Anna. "No se debería llegar a esto pues la guerra no beneficia a nadie. Hay que entenderse y ojalá que el conflicto acabe pronto pues lo estamos pasando mal", afirma esta joven que tiene a su hermano y a sus abuelos en Ucrania.
"Somos de Krivoy Rog, una ciudad en la que ya han entrado los militares rusos y de donde mi madre acaba de llegar para estar con nosotros. Me gustaría tener aquí al resto de la familia, pero mi hermano no puede salir de Ucrania pues todos los hombres de más de 18 años están llamados a pelear", cuenta con la lógica inquietud.
Las muestras de solidaridad con el pueblo ucraniano se han sucedido en las últimas semanas y en Halcones se han sumado con la recogida de alimentos que, a través de Protección Civil de Torrevieja, se enviarán a ese país. Es una señal más de lo que realmente importa o debería importar.
Halcones representa un caso singular en el mundo del deporte pues en sus distintos equipos, desde la categoría benjamín hasta la absoluta, han convivido este año jugadores de ascendencia francesa, inglesa, italiana, griega, alemana, eslovaca, sueca, cavoverdiana, argentina, uruguaya, canadiense y estadounidense.
Obviamente también hay españoles, aunque los nacidos en Torrevieja son minoría. También los hay llegados de otras regiones del país y algunos procedentes de la región murciana, en concreto de Murcia, Cartagena y Águilas.
El presidente es alemán, Christian Mader, también jugador del equipo sénior, que es el vigente campeón de la Liga Autonómica de Valencia y disputa la Liga Nacional Plata.