MURCIA (EFECOM). Europa reducirá un 42,8 % sus emisiones de CO2 en 2035, si logra cumplir con sus previsiones para este año con un 41 % de eléctricos en circulación, según un estudio de la consultora LEK, que ha sido presentado este viernes.
El informe ha sido expuesto en un acto organizado por la Asociación Española de Proveedores de Automoción, Sernauto, y la Fundación Repsol.
Dicho estudio indica que los principales problemas para una mayor penetración del coche eléctrico en Europa es la falta de puntos de recarga en las carreteras, así como el mayor precio de estos automóviles respecto a los de combustión.
Según el informe, en España habría que instalar 500.000 puntos de recarga, veinte veces más que los actuales, y en Europa otros 5 millones, once veces más, para poder atender al parque de vehículos eléctricos que se ha fijado como objetivo que haya en 2035.
Los autores del estudio también apuntan como problema los límites de la red eléctrica y dicen que si en 2035 se conectaran para recargarse el 10 % de los coches eléctricos que se espera que haya en el parque, el sistema de la red colapsaría.
Por otro lado, el informe señala que la gran diferencia de precio que hay entre el coche eléctrico y el de combustión está ampliando la edad media de los coches, que en España se sitúa en casi 14 años, un 64 % más que en 2009 (unos ocho años más), así como que cada vez se acuda más al mercado de vehículos de segunda mano.
La diferencia de precio entre un coche eléctrico y uno de combustión que costara unos 20.000 euros sería actualmente de un 36 %, un diferencial que no se reduciría, al menos, hasta 2034, año en el que se espera que se igualen los precios de los automóviles más baratos.
Además, la consultora señala que si se dejaran de producir actualmente este tipo de vehículos de combustión más asequibles para el consumidor, se dejarían de fabricar 2 millones de coches al año, en torno al 50 % de los coches que se venden en Europa.
Según LEK si todos los turismos fueran vehículos eléctricos, sólo se alcanzaría el 68,9 % de reducción de emisiones en 2035, frente al 99,4 % de rebaja que se lograría con coches de combustión que utilizasen biocombustibles.
Para 2035, se espera que la penetración de los biocombustibles sea de hasta el 42 %, frente al 4 % que se espera para dentro de dos años.