MURCIA. (EP) La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, ha avanzado este viernes que España impulsará los neuroderechos, los derechos destinados a proteger la inteligencia, cuando asuma la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea durante el segundo semestre de 2023.
"Tenemos que abarcar el mundo real, pero vivimos en mundos digitales cada vez más paralelos, en muchos casos dirigidos por empresas que funcionan con algoritmos que pueden utilizar o infringir los derechos reconocidos en nuestros país para transmitir de manera sesgada la información. Están coartando nuestra libertad al conocimiento", ha expuesto antes de asistir al acto 'Neurodrets. Declaración de València' organizado por el Consell Valencià de Cultura (CVC).
Morant ha abogado por que "ese mundo digital sea un mundo de derechos" y ha destacado que España es pionera en ese camino al impulsar una carta de derechos digitales que ha servido de "inspiración" a la Comisión Europea. También ha anunciado que durante la primera mitad de 2023 se constituirá el comité de ética para la investigación que "el PP dejó en un cajón y nunca desarrolló" a pesar de estar contemplado en la Ley de la Ciencia de 2011.
En el acto, celebrado en el Centre del Carme, se ha presentado la declaración elaborada por el CVC sobre la incorporación de los neuroderechos en la Carta de los Derechos Humanos. Además de reconocer los beneficios de la neurociencia, advierte de los riesgos de modificar el comportamiento, dañar la identidad personal o aumentar la desigualdad.
Ante ello, una comunidad internacional de científicos, agrupada en la fundación NeuroRights, pide reconocer cinco neuroderechos: la privacidad mental, la identidad personal, el libre albedrío, el acceso justo al aumento mental y la protección contra el sesgo.
La presentación ha contado con Rafael Yuste, neurobiólogo de Columbia University, impulsor del proyecto BRAIN y de NeuroRights Foundation; José Miguel Carmena, neurocientífico de Berkeley-University of California; Ángel Barco, director de l'Instituto de Neurociencias de la UMH-CSIC Alacant; Adela Cortina, catedrática de Ética de la UV, o Fernando Flores como director del Institut de Drets Humans de la misma universidad. A nivel institucional han asistido tanto Morant como el 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Ciencia y Sociedad Digital, Josefina Bueno.
Dolors Pedrós, presidenta del CVC, ha asegurado que la 'Declaració de València' es una propuesta para mejorar el mundo y la convivencia y ha recordado que Santiago Grisolía, bioquímico valenciano fallecido en 2022, fue el impulsor de la declaración sobre el proyecto del genoma humano, elaborada y ofrecida al mundo desde València en 1988.
Como impulsor de NeuroRights, el neurólogo Rafael Yuste se ha mostrado convencido de que se logrará entender de manera científica "el misterio de la mente humana", lo que podría dar lugar a "un Renacimiento 2.0". Ha destacado el apoyo económico y político a su iniciativa desde hace diez años por parte de las últimas administraciones estadounidenses (Obama, Trump y Biden) dentro de un pacto transversal de los dos grandes partidos políticos.
Pero también ha advertido sobre las preocupaciones éticas y sociales que despertó desde el principio, ya que los neurocientíficos eran conscientes de los peligros de que los resultados de sus investigaciones pudieran ser privatizados o utilizados de manera interesada. A partir de ahí, ha relatado cómo en 2017 él y otros compañeros coincidieron en que sería necesario regular los avances de la neurociencia e incluirlos en la Carta de los Derechos Humanos.
Ha cerrado el acto la ministra Morant, quien ha dicho que la ciencia y la ética harán que el territorio de las distopías se quede en una ficción. Por su parte, el 'president' Puig ha llamado a trazar una estrategia global porque "el cerebro debe ser un campo vedado para los fines comerciales". "El mejor invento es la ética", ha reivindicado.
'Neurodrets. Declaració de València' se hará llegar a los organismos autonómicos, estatales e internacionales, como el Parlamento Europeo o Naciones Unidas.