El monumental cosmos de Carpe inunda el Mubam

MURCIA. Monumental, Carpe. Y, por lo tanto, impresionante y grandiosa la exposición que le dedica la Región al gran pintor y muralista murciano en el Museo de Bellas Artes de Murcia (Mubam), donde 60 obras, algunas de ellas de gran tamaño, muestran la trayectoria creativa de este poliédrico artista. Porque Antonio Hernández Carpe (Espinardo, 1921-Madrid, 1977) fue uno de los pintores más interesantes de su época, creando con su inconfundible estilo un cosmos propio, lleno de color y luz, y posicionándose como una figura destacada de la historia del arte español del siglo XX. Un pintor sin fronteras, que "rezumaba murcianismo por todos sus puntos cardinales", según escribió Antonio Martínez Cerezo.

Familia campesina, un enorme óleo sobre lienzo de 224x385 centímetros, da la bienvenida -al tiempo que prepara para la magnitud que está por verse- a la exposición, que se inaugura este jueves por la tarde y que podrá visitarse hasta el 13 de marzo de 2022. Será, aseguran desde Cultura, una ocasión única para acercarse al artista murciano a través de sus variadas técnicas artísticas, como la pintura mural al temple, la encáustica, el mosaico de teselas o las pinturas en lienzo. "Va a ser la exposición del año en Murcia", apuntan desde el Mubam.

Así, esta muestra revisará, a través de la creación artística del pintor, su relevancia en el arte español del siglo XX en la llamada 'Generación Puente', destacando Carpe por ser uno de los pintores muralistas más importantes de la época, por su inconfundible forma de expresar y de comunicar su propio cosmos.

Esta muestra da fe de ello, pudiéndose contemplar la obra de caballete y obras de su trabajo mural en gran formato y diferentes soportes que llenaron, durante décadas, los paramentos públicos y privados de España.

Muchas de las 60 obras expuestas destacan por su tamaño, habiendo tres murales cerámicos, dos mosaicos de teselas en gres, tres murales a la encáustica y otros murales en soportes de tabla, así como dieciocho bocetos en diversos formatos. Junto a las obras, la muestra se completa con un vídeo que presenta un conjunto de obras en papel de su etapa en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.

La consejera de Cultura, María Isabel Campuzano, ha destacado que Carpe fue "un insigne artista que murió joven, pero que dejó un legado inmenso, lleno de color y de vida, para cualquier tiempo venidero; un artista integral, donde los murales carpianos están dentro de la historia del arte y en la historia de la pintura española con voz propia".

El proyecto, comisariado por Juan Bautista Sanz, cuenta con la colaboración de la Fundación Cajamurcia y de Celina Hernández Monterde, hija del pintor y presidenta de la Fundación El Mural. La parte de diseño museístico y gráfico es obra de Estudio Paparajote.

De un scout aficionado a la acuarela a gran muralista español

Carpe comenzó en 1935 sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia, aunque a finales de los años 30 ya era frecuente encontrarle realizando acuarelas durante sus excursiones como scout, según recoge su biografía en Murcia Región Digital. Realizó su primera exposición en el Salón de la Asociación de la Prensa de Murcia en 1942 y en 1945 consiguió el Primer Premio de Pintura en la Exposición de Primavera .

En 1946 logró una beca de la Diputación Provincial, que le permitió continuar sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Allí se puso en contacto con otros artistas: Vázquez Díaz y Solana. Sólo un año después, recibió el Premio Villacis de Murcia. Además de participar en diferentes exposiciones en la capital, sus obras Girasoles y Retrato de joven estuvieron expuestas en el Palacio de Exposiciones del Retiro con motivo de la I Bienal Hispanoamericana de Arte de 1952.

Becado por la Delegación Nacional de Educación, se trasladó a Italia, donde descubrió el monumentalismo y los colores plenos, que él plasmó artísticamente en grandes ciclos murales que expuso en la Sala de la Academia Española en Roma y también en el Instituto Español de Nápoles. En este país fue reconocido con la Medalla de Plata en Viareggio, por su obra Vista de Capri en la Exposición del Paisaje Italiano. Durante su estancia en Italia tuvo la oportunidad de conocer la obra de Picasso, que se exponía en el Palazzo Grande de Milán. 

En el año 1955, participó en la inauguración de la Sala de Exposiciones del Colegio Mayor Cardenal Belluga de la Universidad de Murcia, donde además realizó un mural. Durante ese año comienza también los murales de la Biblioteca Nacional y del Palacio de Archivos y Bibliotecas de Murcia.

En los años siguientes y hasta el año 74 recibió numerosos encargos de pinturas murales, algunos de ellos en Murcia, como las del Colegio Mayor Ruiz de Alda, el edificio de la Hermandad Farmacéutica y el edificio Torre. En 1970 fue nombrado miembro de la Academia Alfonso X el Sabio de Murcia. 

Durante los años 1975 y 1976 se dedicó a la pintura de caballete, que expuso en 1977, el mismo año de su fallecimiento en Madrid.