MURCIA. ¿Qué falta para que PP y Vox se den la mano? Es la pregunta que sobrevuela la política regional. ¿Qué más tiene que pasar para que firmen un acuerdo presupuestario? A punto de cumplir los cinco meses de cortejo, la negociación parece no tener fin a pesar de los últimos acercamientos de esta semana. El miércoles pudo ser un día clave, con Vox apremiando a una reunión y el PP aceptando el encuentro. Pero el intercambio de mensajes acabó en nada, en un sonoro ghosting.

Las procesiones de Semana Santa y las Fiestas de Primavera han concluido y la actividad política vuelve a la rutina... con los mismos Presupuestos prorrogados del 2024. Para los empresarios es una anomalía inconcebible. Miguel López Abad, al igual que lo decía su antecesor en la patronal, lo ha repetido en más de una ocasión: ninguna empresa empezaría un ejercicio sin un presupuesto aprobado. La política no sigue el mismo ritmo que la empresa. Recientemente se lo recordó al propio López Miras en la asamblea general de la Croem: "Querido Fernando, tenemos un problema con los Presupuestos".

El tiempo se echa encima, para más inri. Todavía tiene que aprobar las cuentas el Consejo de Gobierno y después llegaría la tramitación parlamentaria en la Asamblea Regional, que tradicionalmente se suele extender entre un mes o dos. Y agosto, recordemos, es inhábil en el Parlamento. No obstante, no sería la primera vez que apurarían al verano. En 2021 el texto vio la luz de forma definitiva el 16 de junio, si bien aquel año estuvo marcado por la ruptura de los dos socios de Gobierno (PP y Ciudadanos a la sazón) y la moción de censura, que se registró en marzo.

El PP y sus guiños... que a Vox no le valen

Y no será por los guiños del PP, que en las últimas semanas ha llegado a condenar el Pacto Verde Europeo -un detalle felicitado por Vox, que elogió al PP por su "paso en la buena dirección"- y a admitir la búsqueda de otras fórmulas para el centro de menores inmigrantes de Santa Cruz, cuyo cierre lleva Vox exigiendo desde 2019 y muy especialmente desde que comenzó la negociación por las cuentas. Incluso el propio López Miras llegó a asumir públicamente en la Asamblea Regional las peticiones de Vox en materia de inmigración.

¿Qué más faltaría? Vox lo enumeró hace poco: "El rechazo a la inmigración ilegal, el cierre del centro de menas de Santa Cruz, la supresión del programa de lengua árabe y cultura marroquí en los centros educativos de la Región, el rechazo a la Marcha Verde y la condena al Pacto Verde". Y todo ello "por escrito", reflejado en un documento. La mayoría de las condiciones están aceptadas por el PP, pero otras, como la eliminación del programa PLACM (Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí), los populares ya han reiterado que no es competencia autonómica y tampoco la Comunidad destina "ni un euro".

Aun así, Joaquín Segado, el portavoz del PP, defiende que cumplen "con todos compromisos" de Vox y esgrime que las palabras de López Miras serían "el marco político que reclama Vox" al expresar en la tribuna “el contundente rechazo del Gobierno de la Región de Murcia a la inmigración ilegal, a la política migratoria de Pedro Sánchez y al Pacto Verde”. El líder de Vox, José Ángel Antelo, no obstante, deslizó una clave: las cuentas dependen de Alberto Núñez Feijóo. Una idea que tiene su réplica en el PP, que piensan que están a expensas de Santiago Abascal. Es decir: PP y Vox mantienen un diálogo de sordos.

En cualquier caso, los de Vox aducen que (y en esto llevan razón) que quien tiene que presentar un Presupuesto es el Gobierno. "Es su responsabilidad". O como ironiza Rubén Martínez Alpañez: "No querrán que le hagamos nosotros los Presupuestos". A finales de marzo, el consejero encargado de pilotar el proceso, Luis Alberto Marín, reconocía que lo tienen "todo listo y preparado para presentar los Presupuestos" y culpó al Gobierno central de no haberlo hecho antes por "no haber confirmado la cifra del objetivo de déficit", un dato "imprescindible" para poder formalizar el Presupuesto. Ha pasado ya un mes y el Presupuesto aún no ha llegado al Consejo de Gobierno. Tampoco el techo de gasto.

Pero lo cierto es que, a fin de cuentas, el PP necesita una mayoría absoluta que no tiene. Sin Vox no hay Presupuesto, habida cuenta de que el PSOE predica en el desierto, con ofertas que el PP no se cree. No existe un acuerdo... a día de hoy, para desazón de los ciudadanos.