MADRID, Tras la reunión del Banco Central Europeo (BCE) del pasado 14 de septiembre, esta semana le toca el turno a la Reserva Federal estadounidense (FED). Tras la subida de 25 puntos básicos que presenciamos en julio, y a pesar del tono más hawkish (agresivo) que se transmitió en el Jackson Hole de finales de agosto, el mercado da por hecho que no veremos movimientos de tipos en esta reunión.
Los datos de inflación americana que conocíamos el pasado jueves no han despejado demasiado el camino al tener un carácter mixto, con una inflación general que repuntaba más de lo esperado, y una subyacente más moderada de lo que anticipaba el mercado.
En este sentido, la clave vuelve a estar en el mensaje que transmita Powell sobre sus previsiones de cara a la parte final de año. No obstante, nosotros no esperamos que Powell haga cambios sustanciales en relación a anteriores mensajes, reconociendo que la actividad económica continúa expandiéndose de forma modesta, sin giros de guión tampoco en lo referente a salud del mercado laboral y evolución de precios.
Bajo esta premisa, el interés radica en anticipar cuándo veremos un cambio de rumbo en el sesgo de la Reserva Federal y podremos empezar a esperar bajadas en el tipo de intervención. A día de hoy, bajo nuestro escenario, este momento se retrasa para mediados de 2024 como muy pronto.
Cristina Gavín es responsable de Renta Fija de Ibercaja Gestión