MURCIA (EP). El Teatro Real estrena temporada el próximo martes 19 de septiembre con la ópera Medea de Cherubini, con una partitura inédita de los recitativos compuesta por Alan Curtis y que pretende alejarse de habitual "lectura heteropatriarcal en la que una mujer loca mata a sus hijos". El director de escena es el yeclano Paco Azorín.
Como viene siendo habitual, los Reyes serán los encargados de presidir este estreno, por quinto año consecutivo. "Es una satisfacción para nosotros y en cierta manera supone una vuelta a la normalidad, ya que el año pasado el estreno fue en octubre debido a las obras en el escenario", ha explicado el director general del teatro, Ignacio García-Belenguer.
Medea es una vuelta a los orígenes de la partitura de Cherubini. "La lectura que se ha hecho durante años es heteropatriarcal, la de la madre que mata a sus hijos para hacer daño a su expareja, pero hay otra lectura feminista en la que se habla de una mujer que decide ser mujer antes que madre", ha remarcado Paco Azorín, quien ha recordado no obstante que se trata de un "mito".
"Los mitos grecolatinos hablan de lo que somos hoy, pero todo mito necesita su actualización", ha añadido, para luego destacar no obstante que en esta Medea también se ha querido poner el foco en los niños -de hecho, en el cartel de presentación de la obra son ellos los protagonistas-.
"En este mito hay una violencia sobre los niños, que han sido los grandes olvidados, no solo por parte de la madre, sino también por la de Jasón. La sociedad proyecta sobre ellos lo que somos, pero también nuestras basuras emocionales y es así como generamos monstruos", ha lamentado Azorín.
Esta coproducción con el Abu Dhabi Festival cuenta con Ivor Bolton en la dirección musical. En el proyecto inicial de Medea, rechazado por la Ópera de París en los turbulentos años que sucedieron la Revolución francesa, Luigi Cherubini (1760-1842) y su libretista François-Benoît Hoffman (1760-1828) pretendían concebir una ópera enteramente cantada.
Al carecer del apoyo financiero que se necesitaba para sufragar la producción, se optó, in extremis, por adaptarla a los dictámenes estructurales de la opéra comique, articulando extensas partes habladas con la maravillosa y vibrante música de Cherubini, alabada con entusiasmo por Beethoven, Brahms o Wagner.
La partitura se estrenó en 1797 en el Théâtre Feydeau, en París, y desde entonces se sucedieron diez versiones de la misma que, pese a alejarse del universo musical y estilístico de Cherubini, lograron que la ópera tuviera períodos de gran éxito, sobre todo en Alemania, en el siglo XIX.
Ahí triunfó la versión de Franz Paul Lachner, que musicó una reducción de las partes habladas traducidas al alemán con una partitura postromántica de perfume wagneriano, adaptada al italiano a mediados del siglo XX y consagrada por Maria Callas en sus icónicas interpretaciones de Medea. De hecho, las funciones de esta obra estarán dedicadas a la diva de ascendencia griega.
Ahora, la versión de Alan Curtis concibe una versión de Medea inédita hasta hoy, íntegramente cantada, como deseaba Cherubini, componiendo la música para una reducción de las partes habladas originales, que transformó en recitativos acompañados, emulando el estilo del compositor.
El director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, ha comentado con humor que "todo el mundo ha aplaudido" las interpretaciones de Callas del personaje de Medea, si bien reconociendo que ese cambio de versiones que llegó a esos días era "un auténtico disparate estilístico de primera magnitud".
Tres sopranos alternarán en el papel de Medea (Maria Agresta, Saioa Hernández y Maria Pia Piscitelli) dando cada una de ellas un punto de vista diferente del personaje. "Todas serán mujeres de armas tomar, pero potenciando cosas distintas", ha concluido Azorín.