MURCIA. Después de un tiempo más centrada en la fotografía, la artista molinense Trinidad García Mondejar tenía ganas de hacer algo más matérico; "de tocar" los materiales con los que crear unas obras en las que hay mucho de artesanía, sin olvidar una línea muy contemporánea y conceptual. Un año le ha llevado reunir las piezas que ahora expone -bajo el título Cromática deconstructiva- en la sala El Jardín de Molina de Segura, donde se podrá visitar estará el 11 de octubre.
Un año de experimentación y de "crecimiento como artista", durante el cual Trinidad García ha explorado el poder transformador de la deconstrucción cromática; y se ha rebelado contra los límites preestablecidos a través de la fusión del color, de las texturas y la formas. Todo ello en una especie de búsqueda de la serenidad y de reencontrarse con uno mismo. Es, finalmente, un viaje a través de la belleza y el descubrimiento.
En la exposición, este trásito por el territorio de la exploración matérica se divide en tres series diferentes, según explica Trinidad García. La primera de ellas, Humilis, hace alusión a "tener los pies en la tierra", a la humildad. Es la parte más íntima y minimalista de la muestra, habiendo recurrido la creadora a materiales como el mármol. La segunda parte -Fractalis- está dedicada a las obras en la que la artista rompe con la representación pictórica del realismo. Para ello ha plasmado paisajes o figuras que luego ha fragmentado para fusionar en un lienzo. "Es la parte más reivindicativa", explica.
Finalmente, una tercera serie, titulada Boria (niebla), recoge obras en las que la artista ha buscado su crecimiento como creadora experimentando nuevas formas de expresarse con los materiales. De hecho ha utilizado café, tierra e, incluso, aguacate, que ha cocido para pintar sobre lino.
Trinidad García estudió Diseño y se licenció en Bellas Artes por la Universidad de Murcia, lo que le proporcionó las herramientas necesarias para desarrollar su carrera profesional como interiorista, fotógrafa y docente.
Una característica a destacar es su habilidad para plasmar emociones en sus obras. Su gran bagaje como fotógrafa documental de viaje le ayudó a comprender cómo sintetizar la narrativa a través de la luz y la proporción de los elementos. Asimismo, el mundo del diseño interior le hizo desarrollar una atracción hacia los materiales naturales como la cal y arenas e, incluso, a experimentar con elementos nobles como el mármol y oro en su última colección.
Su currículum incluye diversas exposiciones individuales y colectivas, así como numerosos premios y menciones. Obtuvo entre ellos los premios Creajoven, MolaJoven y representó a España en la Bienal de Jóvenes Creadores de Europa y el Mediterráneo. Fue Becada en la Academia San Quirce de Segovia como pintor pensionado y su obra ha sido expuesta en Italia, Alemania y Brasil.