MURCIA. Bucear en los portales inmobiliarios a veces depara sorpresas como esta: encontrar el cartel de 'se vende' en un precioso palacete del siglo XIX en Mula, situado en pleno casco histórico y catalogado por su relevancia cultural con grado de protección 2. El histórico inmueble, ubicado frente al Teatro Lope de Vega, en la calle Don Pedro Luis -llamada así porque allí, en esta misma casa, residió el que fuera alcalde Pedro Luis Blaya-, se ha puesto a la venta por 245.000 euros, un precio que incluye el mobiliario "de calidad" que alberga.
Ortega Inmobiliaria, con sede en Cehegín y encargada de su venta, señala a Murcia Plaza que el palacete ofrece la posibilidad, como uno de los principales usos que se le podría dar, de ser reconvertirdo en "un hotelito con encanto o algo similar", ya que la vivienda de mil metros cuadrado, se encuentra en una ubicación perfecta tanto para vivir en ella como para abrir un alojamiento turístico. De hecho, cuentan, ya han recibido algunas consultas de empresas hoteleras interesándose.
La mansión dispone de un salón comedor con cocina y chimenea, y otra cocina acristalada con salida a un patio -en el cual existe la posibilidad de poder hacer una piscina-, cinco dormitorios, varios baños y balcones exteriores. Como es propio de este tipo de palacetes, hay un gran salón de baile (en el cual habría espacio para media docena de dormitorios si se le diera el uso de hotel).
Destacan, además, que esta vivienda tradicional de tres plantas (la última, de menor altura) cuenta con mucha luz, así como una gran cantidad de elementos ornamentales, con una doble puerta (la interior muy decorada y de estilo modernista), con una majestuosa escalera central y suelos antiguos.
La historia del inmueble está ligada a la familia Blaya, que según consta en la página web de la Fundación Casa Pintada constituyó un linaje hidalgo de posible origen francés, llegando a tierras muleñas hacia 1490, procedentes de la villa de Hellín (Albacete). "Su incierta ascendencia los vincula con Don Roldán, Conde de Blaya y sobrino de Carlomagno, que viajó hasta España para participar en la Reconquista Cristiana. El primer Blaya instalado en Mula fue Don Gonzalo de Blaya y Valcárcel, que casó con Doña María Jiménez de Palomeque Padilla".
Añaden las mismas fuentes que durante la Edad Moderna (siglos XVI y XVII) amasaron una considerable fortuna, gracias a una estrategia de enlaces con las viejas oligarquías de la villa, especialmente con los Melgarejo, por lo que durante el siglo XVIII la familia era la segunda más acaudalada de la ciudad, tras los Valcárcel, siendo levantada en estos años la Casa Pintada por Don Diego de Blaya y Molina. Las lujosas residencias en las que residían servían para mostrar su riqueza y la nobleza de su linaje.