CARTAGENA. Como dice la manida frase futbolística, 'la mejor defensa es un buen ataque' y así lo han entendido en el Partido Popular de Cartagena, personificándolo en dos de sus concejales: Esperanza Nieto y Diego Ortega. Los populares han decidido cambiar de táctica en estos dos meses que llevamos de año y tratar de desmontar las acusaciones que pueden llegar desde el otro lado, MC Cartagena, con el que se estarán jugando la gobernabilidad los próximos cuatro años.
La de ayer fue la cuarta ocasión desde enero en el que uno u otra han salido a desmentir, acusar o anunciar querella de su competidor electoral. Desde el Partido Popular de Cartagena son conscientes de que cada voto cuenta, que cada mensaje cala y que las acusaciones que les lancen -añadiendo pruebas o no- se pueden convertir en una losa complicada de desmentir si no se sale al paso de forma rápida y eficaz antes de que penetre en el votante.
Además, los populares han decidido mantener a la alcaldesa, Noelia Arroyo, en un segundo plano y que sean dos de los pesos pesados de su equipo los que den la cara para salir a desdecir o denunciar los ataques desde el otro lado de la bancada.
A principios de enero era Nieto quien denunciaba que el portavoz de MC se situara como víctima de una persecución política, tras ser citado a declarar por la denuncia del jefe de Bomberos, al que López acusó de traficar con material del parque de bomberos. "Lo que tiene que hacer López es explicar por qué ha acusado al jefe de Bomberos y Protección Civil solo unos días después de que Protección Civil le sorprendiera insultando a una mujer hasta hacerla llorar", dijo entonces.
Unos días más tarde, el 17 de enero era Diego Ortega el que salía a contestar, a raiz del informe de Lhicarsa y de las acusaciones de la oposición. "La oposición ha comenzado la campaña electoral y solo trata de acusar a este gobierno (...) Si López lo ve tan claro, ¿por qué subió el contrato cuando fue alcalde? ¿Por qué no revocó la ampliación del contrato? Pues la razón es que no está tan claro".
Más grave fue la del pasado 26 de enero, cuando MC acusó a la alcaldesa de favorecer con contratos a una empresa del pueblo de la ya expresidenta del Puerto. Ortega salió rápidamente al paso y anunció que la alcaldesa prepara una querella por calumnias contra Movimiento Ciudadano y el Concejal Valdesueiro por haberla acusado de favorecer con contratos a una empresa del pueblo de la presidenta de la Autoridad Portuaria. "El partido de José López ha mentido una vez más a los cartageneros, porque ha ocultado intencionadamente la existencia de contratos anteriores, nada menos que ocho contratos -de la época en la que MC gobernaba, para poder construir su acusación". "Acusar a la alcaldesa de favorecer con contratos a una empresa del pueblo de la presidenta del puerto es una mentira tan cutre y tan vergonzosa que demuestra el nivel de miseria moral que mueve al grupo de José López", al que acusaba de esconderse en el último concejal que ha entrado al grupo para "no ponerle voz a esta mentira".
La última ha sido esta semana, ayer para ser más exactos, y a dos días de que MC celebre su Congreso donde saldrá elegido quien encabezará la lista local y regional a las elecciones. A raiz de los estatutos del partido cartagenerista, Nieto y Ortega han pedido la dimisión o cese de López por incumplimiento de los mismos. "Los estatutos de Movimiento Ciudadano obligan a dimitir a cualquier militante que sea condenado y José López ha sido condenado dos veces. Los mismos estatutos obligan a que el cargo público que no se vaya voluntariamente después de ser condenado sea expulsado por el partido. Eso ha ocurrido dos veces, en sentencias en primera instancia que fueron confirmadas en otras dos sentencias de la Audiencia Provincial. Es decir, que López tiene cuatro sentencias condenatorias y sigue al frente del partido y cobrando como portavoz porque nadie se atreve a echarlo", decía Nieto.
Son solo cuatro pinceladas de la reformulación que ha emprendido el Partido Popular a unas semanas que arranque la campaña electoral en un municipio en el que cada detalle, referencia, acusación o denuncia cuenta.
