PSICOLOGÍA COTIDIANA  / OPINIÓN

El papel del profesional de la psicología en un centro para la obtención de licencias de armas

26/10/2022 - 

MURCIA. En España hay más de tres millones de armas de fuego con licencia. La relativa facilidad de acceso a las armas de fuego aumenta el riesgo, por acción u omisión, de un mal uso. La evaluación y revisión de las características psicológicas de la persona que obtiene y mantiene una licencia es fundamental para prevenir futuros problemas relacionados con las armas. De ahí la importante labor que realizamos los profesionales de la psicología.

Aproximadamente 1 de cada 3 licencias son otorgadas para la caza. En octubre se abre la veda, es decir, comienza la actividad cinegética, una actividad que dura varios meses.

La caza es una de las aficiones más practicadas en España, que por sus condiciones de terreno es uno de los mejores países de Europa para practicarla. Concretamente, Murcia tiene bastante afición. Pero, ¿qué tipo de control tienen las personas que quieren adquirir un arma para este tipo de actividad, y qué función tiene aquí el profesional de la psicología?

"Toda precaución es poca cuando se trata de armas de fuego"

Para la adquisición de un arma, además de otros requisitos, es necesario superar una exploración médico-psicológica. Aquí es donde entramos en juego los psicólogos/as de los centros de reconocimientos. No solo pasando un filtro psicológico la primera vez que se obtiene una licencia, sino haciendo una revisión cada cierto tiempo, ya que a lo largo de nuestra vida pueden cambiar las circunstancias o aparecer algún trastorno incompatible con la tenencia de un arma.

En la exploración psicológica, mediante una entrevista semiestructurada, evaluamos varios aspectos psicológicos básicos como: los componentes actitudinales, es decir, qué actitudes o creencias tiene esta persona sobre las armas; las motivaciones que le han llevado a adquirir la licencia de armas; las características emocionales; la historia clínica anterior; la actividad que se va a realizar, etc.

También es necesario hacer unas pruebas perceptivo-motoras, en las cuales se determina si la persona cumple con los requisitos mínimos en cuanto a capacidades coordinativas y perceptivas.

Una de las pruebas más importantes, a mi modo de ver, son los cuestionarios de personalidad, fundamentales para valorar marcadores de riesgo de personalidad, así como ausencia de trastornos mentales o de conducta, u otras características personales de relevancia. De esta forma, si hay sospechas de algún trastorno o alteración se realizarían otras pruebas complementarias.

"echamos de menos un protocolo propio para las personas que quieran obtener o renovar sus permisos"

Con todo ello, el contexto de la actividad profesional de los profesionales de la psicología en esta área está muy marcado por factores limitantes como el tiempo de exploración, que a su vez está muy relacionado con las tarifas que se aplican a los solicitantes. Si tuviéramos que evaluar profundamente a una persona, necesitaríamos mucho más tiempo del que realmente disponemos.

Nuestro objetivo es comprobar que no existe enfermedad o deficiencia alguna que pueda suponer incapacidad para tener o usar armas, o para prestar servicios de seguridad privada.

Los profesionales que trabajamos en este sector echamos de menos un protocolo propio y específico para las personas que quieran obtener o renovar sus permisos, licencias o tarjetas de armas y para las que van a prestar servicios de seguridad privada.

También sería interesante, desde los centros de reconocimiento, poder tener acceso al historial de la persona solicitante, sobre sus incidentes de violencia con arma de fuego u otro tipo de violencia, historial actualizado de salud, fármacos que consume…

Toda precaución es poca cuando se trata de armas de fuego.

Julia Martínez Lorente

Grupo de Trabajo de la Psicología del Tráfico y Seguridad del Colegio Oficial de Psicología de la Región de Murcia

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