MURCIA. Aviso serio contra el proyecto del macropuerto de contenedores El Gorguel. El estudio científico del Instituto Español de Oceanografía (IEO) que ha encargado por la Autoridad Portuaria de Cartagena concluye que la construcción de esta infraestructura supondría "la degradación ambiental del ecosistema marino de esta zona costera" y además "paralizaría su proceso de recuperación tras el cese de los vertidos de residuos mineros".
El documento, hecho público este viernes, también avisa de que El Gorgue podría suponer "una amenaza" del estado de conservación del ecosistema marino costero de la zona de Calblanque, una de las zonas marinas "hasta ahora mejor conservadas y con mayor biodiversidad" del litoral regional.
Los investigadores aseguran que en los fondos de El Gorguel y frente a Escombreras, los sedimentos arrojan "concentraciones particularmente elevadas de metales pesados potencialmente tóxicos para los organismos marinos, como arsénico, plomo y zinc". Dichas concentraciones, agregan, "están por encima de los valores permitidos en las directrices para dragado y redistribución de sedimentos marinos". Por esos motivos, consideran que la construcción del puerto de El Gorguel podría conllevar "la removilización de parte de estos metales traza y favorecer tanto su acumulación en los organismos marinos como su redistribución a otras zonas litorales por las corrientes marinas".
Estas son las principales conclusiones de las investigaciones que solicitó la Autoridad Portuaria para poder realizar la evaluación ambiental del plan director de infraestructuras de la dársena de Cartagena y Escombreras. El estudio, que se basa en informaciones obtenidas entre 2019 y 2021 ha evaluado el estado de conservación de los ecosistemas marinos del litoral cartagenero y los efectos que tendrían sobre ellos la construcción de un nuevo puerto en El Gorguel y la ampliación de la dársena de contenedores de Escombreras.
Los investigadores, según explican desde el IEO (un organismo que depende del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, adscrito al Ministerio de Ciencia), llevaron a cabo varias campañas oceanográficas a bordo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño y "múltiples inmersiones con buceo autónomo y vehículos submarinos realizadas por un equipo científico multidisciplinar".
Los técnicos, añaden, han recabado "datos de numerosos y diversos aspectos fundamentales para determinar el estado de conservación del ecosistema marino: como la hidrografía, la geología del fondo marino, la distribución y estado de los hábitats bentónicos, los recursos pesqueros y su exposición a la contaminación".
¿Qué han encontrado los científicos? En la zona de El Gorguel se han observado praderas de Posidonia oceanica y comunidades litorales del alga parda Cystoseira amentacea en muy buen estado de conservación lo que, a juicio del IEO, "evidencia no solo el buen estado ecológico de la zona, sino también claros síntomas de recuperación del ecosistema marino de estos fondos, que hace unas pocas décadas fueron completamente recubiertos por los residuos mineros vertidos desde Portmán".
Sin embargo, en la zona de Escombreras y Cartagena las comunidades biológicas marinas de sus fondos se encuentran "sensiblemente alteradas y a pesar de los elevados niveles de presión antropogénica frente a la dársena, los indicadores analizados sugieren que los fondos entre 30 y 50 metros mantienen un buen valor ecológico". Por tanto, "se evidencia el mal estado de las comunidades de macroalgas litorales en la franja costera incluyendo la ausencia total de la pradera de Posidonia oceanica".
La ampliación de la dársena de Escombreras supondría, según el estudio, una menor afección sobre las comunidades biológicas de las zonas inmediatas, ya que se encuentran sensiblemente alteradas. No obstante, según las evidencias científicas, la ampliación de la dársena de Escombreras deberá tener en consideración la posible dispersión de contaminantes hacia las praderas de Posidonia oceanica y otras comunidades biológicas del entorno de las áreas marinas protegidas de la isla de las Palomas y cabo Tiñoso.
El estudio también concluye que "el aumento del tráfico marítimo en la zona, siendo éste un vector global de introducción y dispersión de especies invasoras", supondría "un incremento del potencial riesgo de esta amenaza biológica sobre los ecosistemas marinos". Por esas razones, los científicos identifican en su informe la necesidad de estudios más detallados "para evaluar el posible impacto de la ampliación de la dársena, en especial de cara a hacer compatible esta actuación con la declaración de la reserva marina de Cabo Tiñoso".
Según explican fuentes del IOE en un comunicado de prensa, el grupo de Geociencias Marinas IEO ha realizado un "detallado" estudio de la naturaleza morfo-sedimentaria y geomorfológica de toda la plataforma continental entre Cabo Tiñoso y Cabo de Palos, cuyo borde puede alcanzar los 130 metros de profundidad. "Para ello se han empleado métodos de prospección geofísica (ecosonda multihaz y perfiles paramétricos del subsuelo marino) y se han tomado muestras de sedimentos superficiales, con objeto de caracterizar los diferentes tipos de sustrato según su naturaleza geológica (sedimentaria, rocosa, etc.) y biológica (praderas marinas, lechos de rodolitos o maërl). Además, se han identificado alteraciones del fondo marino relacionadas con la actividad humana histórica y actual, como los depósitos de estériles mineros en la bahía de Portmán y Gorguel".