El éxito, o no, de la movilidad urbana sostenible en Cartagena y la complicada convivencia del peatón y el automóvil

CARTAGENA. En los últimos años la movilidad urbana sostenible ha sido uno de los ejes de trabajo en los que el Ayuntamiento de Cartagena ha querido hacer especial hincapié. Desde la concejalía Movilidad que ha dirigido Cristina Mora se ha tratado de aprovechar las ayudas llegadas desde los fondos Next Generation para introducir un paulatino proceso de transformación para moverse entre los vecinos del municipio.

"Queremos una Cartagena más abierta y sostenible, con nuevos espacios públicos abiertos al peatón y al uso de la bicicleta con itinerarios accesibles y seguros, la mejora de la conexión y la ampliación de carriles bicis, mejora de la calidad del aire y del ruido, y la apuesta por el medio ambiente con transporte público más sostenible", decía la concejala Mora en la presentación del Plan de Movilidad Sostenible años atrás.

En el último año se ha trabajado en la puesta en marcha de una decena de proyectos de movilidad urbana por importe cercano a los 4 millones de euros, entre ellos el incremento de la malla de carriles bici, la mejora de la accesibilidad de peatones, la tercera fase de Espacio Algameca, actuaciones en la Zona de Bajas Emisiones o la adquisición del primer autobús totalmente eléctrico en el municipio. Además, este plan también contempla la puesta en marcha, entre otros, de una Supermanzana, la red de senderos inteligentes: 'Ruraleando', plan de interconexión de Vías Verdes, Plan Director de optimización interurbana de líneas de autobús,  Plan de mejora de la movilidad de Cabo de Palos, recuperación del servicio de préstamo de bicicletas 'Bicity', VMP y vehículos eléctricos y, por último, una solicitud de 225.000 euros de fondos europeos para implementar mejoras en la distribución urbana de mercancías con soluciones de última milla.

Las soluciones y complicaciones de última milla, un quebradero de cabeza

Algunos de ellos se han podido ejecutar, otros están en camino y los últimos no han visto la luz a la espera del dinero de Europa. Uno de ellos es el último, las soluciones de última milla en la distribución de mercancías. La logística de última milla es el movimiento de pedidos desde un centro de distribución hacia sus destinos finales. Una de las partes difíciles de la operación tiene relación con la dificultad de encontrar rutas de entrega eficientes. El hecho por sí solo de llevar a cabo decenas de paradas individuales en una multitud de rutas de camiones diferentes supone lidiar con muchas variables que inciden en el camino.

 Es por ello por lo que podemos observar en el casco urbano, en zonas peatonales y adyacentes que existe un problema con la convivencia de los camiones de reparto y los habitantes del centro de la ciudad. Los horarios impuestos por el Ayuntamiento para trabajar en zonas peatonales no siempre se cumplen, por lo que es habitual ver vehículos en plena Puerta de Murcia a las once de la mañana buscándose un hueco entre los viandantes, turistas, vecinos, carritos de bebé o andadores de personas mayores.

Según datos municipales, el horario de carga es de ocho de la mañana a once: es decir, durante esas tres horas podemos ver de forma muy frecuente, habitual y a veces -no siempre, por supuesto- frenética a decenas de camiones, furgonetas, vehículos caminando al lado de un viandante -vecino, turista o trabajadores de la zona- por calle del Carmen, Plaza San Sebastián, Puerta de Murcia, Villamartín, Castellini o Jabonerías, por citar algunos casos, o la acumulación de vehículos en zonas de carga y descarga como calle Honda, Real y Cañón, con el consiguiente problema para conciliar la movilidad urbana y el trabajo necesario de estas empresas para suministrar producto a los comercios del casco antiguo.

Desde el Ayuntamiento reconocen que si bien es necesario soluciones de la última milla, estos deberán esperar a que Europa acepte alguno, porque no está previsto en el Presupuesto municipal poner solución a este galimatías del centro de la ciudad. La Unidad de Proyectos Europeos tiene previsto volver a presentar el proyecto con modificaciones para intentar ordenar la distribución de mercancías en el casco urbano.

Mientras, las denuncias por incumplimientos en el horario de reparto son pocas en el centro de Cartagena. De las 993 interpuestas en todo un año en todo el término municipal, las del centro solo son 69, lo que representa solamente un 7% de las sanciones en Cartagena y su Comarca.