LORCA (EFE).- El barrio lorquino de San Cristóbal se ha quedado sin sucursales bancarias por primera vez en su historia, según ha denunciado este jueves Izquierda Unida tras el cierre de la oficina del Banco Sabadell, que estaba ubicada en la calle Mayor y que ha sido clausurada.
El concejal de IU, Pedro Sosa, ha explicado que esa era la única oficina bancaria que seguía abierta en el barrio y ha asegurado que su cierre afecta “afecta a miles de ciudadanos, muchos de ellos trabajadores y personas mayores”.
Su grupo municipal ha reclamado al alcalde, Diego José Mateos, del PSOE, que “presione” a las entidades bancarias para recuperar servicios en la zona, convencido de que la eliminación de todas las sucursales supone “una nueva vuelta de tuerca” para San Cristóbal, que ha definido como “un barrio castigado con las decisiones políticas y la pérdida de servicios públicos”.
Ha anunciado la presentación de una moción en el próximo pleno municipal, similar a la que el pasado junio aprobaron todos los grupos, que hicieron frente común para pedir a los bancos que mantengan abiertas sus sucursales en las pedanías, tras la desaparición de la mitad de ellas desde 2009.
Desde esa fecha la privatización y la concentración del sector financiero ha incrementado en un 20 por ciento el número de personas que carecen de este servicio en su lugar de residencia.
Esta forma de “exclusión financiera” afecta especialmente a los habitantes de las zonas rurales de Lorca, donde existen diputaciones como Coy o Avilés, en la zona norte, sin bancos ni cajeros automáticos, mientras que en otras como Zarcilla de Ramos se han cerrado la mitad de las que había.
El fenómeno se extiende ahora al casco urbano, ha denunciado el edil de IU, que ha recordado que el cierre paulatino de bancos y cajeros también afecta a barrios como San Diego, La Viña o Virgen de las Huertas.