MURCIA. "Castejón no se propone nunca una mera narración de la vida, sino una puntual interpretación de la vida. No se propone contar, pintar un gesto significativo, sino dotar de una nueva significación a ese gesto". Esto escribía en 1995 el escritor José Manuel Caballero Bonald sobre el pintor y maestro del dibujo Joan Castejón (Elche, 1945), cuya Obra Gráfica Original ocupa ahora la sala de exposiciones del CIME de Mazarrón, donde podrá visitarse hasta el 4 de marzo.
Este artista ilicitano es un referente del realismo social y el expresionismo en España, con una larga y reconocida trayectoria a nivel internacional. Su obra ha estado entre Elche y Nueva York, Denia y Bruselas, Valencia y París, Madrid y Múnich, Barcelona y Puerto Rico, Bilbao, Alicante, Las Palmas... llegando ahora a Mazarrón.
Fruto de un compromiso con la obra seriada, el visitante está invitado no solo a contemplar sino a reflexionar sobre la expresión gráfica que presenta el artista en esta muestra, en la que aparecen dibujos en retrospectiva desde los años 60 hasta nuestros días. Para ello, Castejón rescata algunas obras que han marcado su trayectoria, como el homenaje a Miguel de Cervantes o a Miguel Hernández, recreando el universo plástico que, de nuevo, devuelve esas expresiones del autor a la categoría de nuevos originales.
Obra Gráfica Original es la expresión artística de alguien que fue reo durante la dictadura franquista y que, en una atmósfera estoica, encontró la libertad en su capacidad creativa, plasmando unas dos mil obras hasta su liberación.
Joan Castejón nació en Elche en la primera década de la posguerra, un momento de esperanza en Europa (el nazismo y su eje de potencias habían sido derrotados al otro lado de los Pirineos), aunque los cambios a este lado de la cordillera aún se harían de esperar. Con dieciocho años, interesado por las más básicas expresiones de la plástica, marchó a una Valencia que mantenía parte del espíritu de vanguardia que la había invadido en los primeros decenios del siglo.
Su explosión creativa se vio truncada por la represión franquista. Entre 1967 y 1971 pasa por varias cárceles franquistas (Valencia, Teruel, Canarias), como resultado de su compromiso político y el enfrentamiento con la policía, en plena represión de una manifestación. Ese anthropos que empieza a tender hacia el surrealismo, se reflejó entonces en la mirada de los presos, más de cuatrocientos retratos que reflejaban los estados de la desesperación y la esperanza.
Junto a Albert Agulló, Antoni Coll y Sixto Marco había fundado el Grup d’Elx, el que sería uno de los colectivos artísticos más importantes de la vanguardia artística valenciana de posguerra. Comenzó a colaborar con el grupo de teatro independiente La Carátula. Siendo miembro de él llegó a la prisión de Las Palmas en 1970.
"Yo, como mirador de arte soy bastante abierto. Pero me interesa más la libertad que ha ido ganando el arte en todas sus variables que el resultado de la mayoría de las obras que nacen de esa libertad. Sobre todo cuando las acapara el mercado y las convierte en objetos carísimos y exclusivos de las élites financieras. ¡Aquí sí que tenemos que atarnos bien el cinturón a la butaca para ver el espectáculo! Pues uno empieza a dudar de que el arte pueda cumplir con su verdadero destino: colaborar con la mejora del ser humano", manifestaba en una entrevista con el grupo Plaza.
La muestra se puede visitar de martes a viernes, de 16.00 a 21.00 horas; y los sábados, de 10.00 a 14.00 horas.