MURCIA. Los líderes del PSOE valenciano y murciano se han citado en una ciudad hermana, Orihuela, para abordar los principales asuntos que afectan a las dos comunidades. El gran tema colocado encima de la mesa fue el trasvase Tajo-Segura. Ximo Puig, presidente de la Generalitat valenciana, y Diego Conesa, líder de la oposición en la Región, ya mostraron públicamente su rechazo a la orden de trasvase cero que decretó el Ministerio de Transición Ecológica. "El Gobierno de coalición garantiza el agua para beber y para el suministro de riego", expuso Conesa, que sostiene que el acueducto es "irrenunciable".
El presidente valenciano señaló que trabajará "con todos los actores" dispuestos a colaborar; no obstante, Puig abogó por alejarse del "enfrentamiento". "He estado en contra siempre de guerras estériles que no sirven para nada", afirmaba, rechazando "partidizar o politizar" la cuestión del agua "lo haga quien lo haga, en esta comunidad, en las comunidades vecinas o en las comunidades del más allá".
El alhameño ha explicado ante los medios de comunicación que el encuentro con el secretario general del PSOE valenciano sirve para "tejer alianzas que mejoren la vida de la gente". Es la misma idea que ha lanzado Ximo Puig: "Nuestro objetivo es forjar alianzas". La cita ha tenido lugar en el Casino de Orihuela, capital de la Vega Baja, "con la que tanto lazos nos unen", manifestaba Conesa.
Además del agua, los dos dirigentes han tratado la financiación autonómica, cuyo modelo castiga especialmente a la Región y a la Comunidad Valenciana. "Necesitamos elementos de compensación, además de que la reforma, pendiente desde 2014, sea una realidad en 2020", apuntó el murciano. "La situación actual no puede continuar así", recalcó Puig. El presidente Pedro Sánchez se comprometió en su sesión de investidura a afrontar la reforma del modelo de financiación.
El actual sistema autonómico provoca que un murciano reciba 2.323 euros mientras que Cantabria obtiene 3.141 euros por persona y La Rioja, 2.994 euros por habitante. Sólo Valencia se encuentra en peores condiciones que Murcia, pues recibe 2.309 euros por habitante.
Las infraestructuras fueron otro de los asuntos tratados. Ambos comparten reivindicación con el Corredor del Mediterráneo y la renovación de los Cercanías como forma de conectar a las personas y mejorar la competitividad de las empresas. Conesa incidió además en plantear la regeneración del Mar Menor, cuya salud también influye para el turismo del levante.
Por su parte, Puig reivindicó que el Gobierno central es una gran oportunidad par poner en marcha "un itinerario de justicia social" en nuestro país.