MURCIA. El sector turístico viene de pasar uno de los peores momentos de su historia. Sin movilidad, con el miedo a viajar por posibles contagios, desde marzo de 2020 el sector ha vivido momentos muy complicados. Sin embargo, como todas las crisis, siempre surge una oportunidad en medio de los momentos más difíciles. Una luz en medio de todo este declive económico ha sido la revalorización del turismo rural, en muchos momentos relegado a tercera opción por detrás del sol y playa y de las grandes metrópolis.
En un escenario en el que se ha impuesto la necesidad de grandes espacios abiertos, pocas aglomeraciones y la naturaleza como un activo al alza, el turismo de montaña de la Región vive buenos momentos y espera que los próximos meses sean el despegue definitivo hacia un tipo de turismo que nunca ha sido la primera opción para mucha gente a la hora de elegir sus vacaciones. "Las perspectivas son muy buenas. Vivimos un poco al día porque la situación todavía te obliga a ser prudente. Ya hemos tenido en el último año otros momentos en los que parecía que salíamos y nos volvieron a limitar. Pero el año pasado mucha gente ya vino a la montaña”, señala Antonio Céspedes, presidente de Ruralmur.
Desde que el 9 de mayo el estado de alarma cayera, las reservas han ido aumentando poco a poco. Según la patronal del turismo rural, las reservas se acercan ahora mismo a un 40% de ocupación. Cifras muy considerables si tenemos en cuenta la incertidumbre del último año para planificar viajes a largo plazo. "Si hablamos en septiembre seguramente estemos en cifras cercanas al 90%. Todos los responsables de hoteles vamos al día, pero las previsiones son muy buenas”, señala Céspedes.
La pandemia ha abierto los ojos del turista medio hacia un turismo que, antes de que la covid apareciera, estaba destinado a un público muy concreto. El deseo de evitar aglomeraciones ha posibilitado que muchos ciudadanos de la Región, en esa necesidad de salir y desconectar de la rutina, haya depositado sus miradas en la montaña. "Antes, el turismo rural estaba destinado hacia un público muy determinado. La pandemia ha hecho que mucha gente nos busque como opción para desconectar unos días. La premisa de realizar viajes cortos, ante la imposibilidad durante muchos meses de salir de los límites de la Región ha permitido que seamos una opción para tener en cuenta", añade Céspedes.
Que el turismo rural se haya revalorizado no excluye que también para ellos haya sido un mal año. "Son cosas distintas. Nosotros lo hemos pasado mal igual que todo el sector turístico. Hemos sido el sector más perjudicado de la pandemia por la falta de movilidad. Dicho esto, en el escenario actual, las previsiones para verano son muy buenas", aclara Céspedes. La esperanza de que, por fin, el sector pueda volver a levantar el vuelo hacen difícil contener la euforia pese a que los acontecimientos recientes inviten a ello. El turismo rural vuelve a coger fuerzas con la esperanza de no volver a colgar el cartel de ‘Cerrado’.