MURCIA. Se siente orgulloso de haberse mantenido fiel a un estilo propio, al margen de las modas y durante nada menos que 25 años, en el que confluyen muchas influencias de otros artistas de los que ha aprendido desde que era niño. Por eso, define su estilo simplemente como 'el de David DeMaría'. El cantautor jerezano David DeMaría llega este 25 de febrero al Teatro Pujante de Beniel (20.00 horas) con su último trabajo, A Estas Alturas del Partido, un álbum recopilatorio en el que el artista ha incluido las canciones más reconocidas de su larga trayectoria en la música, además de algunas novedades, y con el que celebra su boda de plata en los escenarios.
David, ¿cómo definirías este nuevo disco en el que conviven versiones de grandes éxitos y algunos temas nuevos? ¿Se va a sorprender el público de Beniel?
Por tiempo y dedicación lo definiría como un disco casi inédito con cuatro nuevos temas: El sombrero, Colgado de tu sonrisa, El Clavel y el propio A estas alturas del partido, que le da título a esta recopilación de 25 años. Ha sido muy emocionante volver abrir los máster de grabaciones desde finales de los 90 hasta la actualidad. Espero el pueblo de Beniel se acuerde y disfrute de un concierto que ha sido creado durante más de 25 años de dedicación a mi carrera musical como David DeMaría.
-Da la impresión de que A estas alturas del partido, y con 25 años de trayectoria musical a las espaldas, es un buen momento para hacer balance. ¿Cómo valoras estas más de dos décadas sobre los escenarios?
A estas alturas del partido llegamos a un buen momento para seguir dejándonos la piel y el alma en el terreno de juego de la propia vida. Con la experiencia que dan los años, pero con el mismo brillo que provoca la ilusión de comenzar una nueva gira. Celebrar 25 años hoy en día en cualquier aspecto de la vida es un buen motivo para sentirse satisfecho. El estudio, el directo y el escenario siguen siendo mi hábitat natural.
- ¿De qué te sientes más orgulloso y cuál es esa espinita (si es que la tienes) que aún tienes clavada?
Me siento orgulloso de haber sido fiel a un estilo propio, influenciado por las músicas que han marcado mi vida desde la niñez. Me gustaría que nuestra generación siga acordándose de los músicos que llevamos cerca de 30 años y que sigan acudiendo a nuestros conciertos. Independientemente de las modas y los estilos del momento. Esa sería mi única espinita, la inseguridad de saber cuándo el público dejara de quererte o te seguirá queriendo.
- ¿Cómo has conseguido mantenerte fiel a tu estilo? ¿Cómo describirías ese estilo personal?
Pues primero antes de fraile me he sentido monaguillo, antes de componer aprendí de los compositores que me gustaban discípulo de maestros como Manuel Alejandro, Antonio Vega, Santiago Auserón (de Radio Futura), Alejandro Sanz, Manolo García y Quimi Portet, Jesús de la Rosa de Triana, los grandes autores del carnaval de Cádiz, los grandes poetas, la copla, el flamenco, los artistas y las bandas de música folk, pop, rock inglesas, italianas, americanas; la música clásica; las bandas sonoras… De todas esas influencias y de mi manera personal de interpretar fue saliendo y hemos ido construyendo un estilo propio de canciones que se definen como de 'el Demaria' cuando las oyes.
- A la hora de componer… ¿cómo nace una canción?, ¿qué es lo que quieres transmitir a través de la música?
El compositor, el intérprete siempre quieren transmitir su verdad a la hora de ejecutar una canción, un sentimiento, una búsqueda, un anhelo, descifrar el misterio de convivir y un canto a la esperanza siempre…
- Como padre cien por cien involucrado, ¿te han cambiado las prioridades? ¿cómo llevas la conciliación?
Pues al principio, como todo en la vida, con mucho vértigo, pero al final te salen algo innato, en este caso un instinto paternal que no conocías. Eso me guía sin saberlo, me ayuda a tener un orden de vida dentro del desorden que provoca llevar dedicándote más de 25 años a la carretera, a la giras y a la composición.
- ¿Qué proyectos tienes por delante? ¿Lo mejor está por llegar?
Siempre lo mejor está por llegar o al menos es un optimista 'late motiv'. La mejor canción está por crearse, el mejor concierto aún por realizarse y en eso baso mi día a día, en la ilusión de seguir llegando al público como mínimo otros 25 años y con la energía que da ver crecer y educar a un hijo.