CARTAGENA. La derrota en Butarque dejó sensaciones contradictorias en la afición del Cartagena, que todavía no sabe si salió satisfecha o no de la imagen del equipo ante el Leganés. La segunda parte del equipo vislumbró un camino a seguir en las siguientes jornadas para empezar a sumar de tres en tres si no quieren los blanquinegros empezar a hundirse demasiado pronto. No es cuestión de alarmismos sino de ser consciente de que el partido a partido se impone más que nunca, sin tiempo para el respiro en una categoría tan peleada como la Segunda española. A diferencia de la segunda mitad, la primera parte ante los pepineros dejó la peor imagen de los muchachos de Borja Jiménez, demasiado correctos con el balón, faltos de tensión en determinados momentos del juego, con errores fatales a la postre sin la contundencia en las áreas, tanto la propia como la rival. Estuvo muy tierno el equipo en ataque y demasiado blando atrás, condenado en exceso ante la efectividad de los locales.
No necesitó un partido redondo el Leganés para poner patas arriba el sistema de Borja Jiménez. Se limitó a esperar el fallo del rival y que la efectividad de sus hombres de arriba, Sabin y Borja Bastón, hiciera el resto. Surge en este sentido la duda de si la segunda parte fue fruto de las mejores prestaciones del Efesé o por el contrario se debió a la menor tensión de los de Pep Martí, ya con un contundente 3-0 en la mochila. No tiene tiempo de lamentaciones el cuadro de Jiménez, que ante el Lugo (domingo, 20.30h), buscará sumar los primeros tres puntos del torneo, tras un inicio de curso con altibajos en su juego, con cierta necesidad de sumar.
La segunda parte dejó la sensación de que Rubén Castro se siente más cómodo con un compañero al lado, que Elady no se ha quedado para ser una mera comparsa y que Carrasquilla rinde mejor unos metros más atrás. Un caso, el del ‘Coco’, en el que jugador y técnico no parecen estar aún en la misma onda. "Coco no apareció durante el primer tiempo en ninguna parte de las que tenía que aparecer. Cuando tiene balón se tiene que acercar como lo ha hecho en el segundo periodo y habrá que analizarlo con él", manifestó el técnico tras el encuentro.
Sin la figura de un ‘10’ al uso como tuvo el año pasado con Lucas de Vega, busca Jiménez en Carrasquilla ese eslabón que le permita tener presencia en ataque sin desnudar para ello el mediocampo, zona en la que el técnico busca tener el control para crecer en los partidos a través del balón. Precisa el equipo cartagenerista de más vértigo para buscar los tres puntos sin miedo a perder el duelo, en una categoría donde no hay rival imbatible, por más que las aspiraciones de unos y otros se encuentren a varios escalones de distancia. Sigue con tomando el pulso a la Segunda división el cuadro del Cartagonova, todavía incapaz de soltarse, demasiado contenido a la hora de encarar los encuentros. El Cartagena atacó tras el paso por vestuarios en Leganés con cuatro delanteros, ya sin nada que perder, y fue entonces cuando mostró su mejor imagen en las tres jornadas que llevamos de campeonato.
En esos cuarenta y cinco minutos para la esperanza que fueron la segunda parte en Butarque destacó también la presencia de Álex Gallar, intenso como pocos, vivo en su lenguaje corporal. No viene a pasearse el extremo ex del Huesca y Girona, dispuesto a demostrar que no ha desaparecido el jugador que fue hace un año. Con su presencia en el campo, junto a Elady y Simón Moreno, logró el equipo un mayor volumen ofensivo, jugó más en cancha ajena que en la propia y a punto estuvo de poner en verdaderos aprietos a los locales si hubiera sido capaz de colocarse a un solo punto. "Tenemos que empezar a creer porque a ilusión nadie le puede ganar al Cartagena", declaró el catalán en su presentación. Mientras el equipo cree, el Cartagena dejó en Butarque 45 minutos para la esperanza. Este domingo demostrará si ese segundo periodo fue un espejismo o el comienzo del verdadero nivel del equipo.