El crowdfunding inmobiliario llega a la Región: captan un millón de euros con 33 inversores

MURCIA. La inversión en casas, lo que se conoce como ‘el ladrillo’, siempre ha sido una opción más o menos seguras a lo largo de la historia. La vivienda como un bien esencial para vivir siempre lo ha hecho apetecible para todo aquel que tiene un dinero ahorrado y quiere invertirlo. Sucede, sin embargo, que comprar un piso y ponerlo en alquiler acarrea una serie de inconvenientes que suelen traer de cabeza tanto al propietario como al inquilino. En este escenario donde la sociedad VitalHome quiere atraer a todo aquel inversor que se decida a apostar por el sector inmobiliario. Se trata, en palabras de sus fundadores, de la primera sociedad de inversión inmobiliaria abierta.

"Ofrecemos oportunidades de inversión de compra y alquiler con muy buena rentabilidad. Mucha gente quiere invertir en el sector inmobiliario pero hacerlo de forma individual tiene muchas limitaciones. Una inversión desde una sociedad tiene muchas más posibilidades. El capital mínimo es de 10.000 euros y el inversor no tiene que preocuparse de nada. Es un esquema similar a un fondo de inversión”, señala José Antonio Rodero, uno de los fundadores de la sociedad.

Una idea que comenzó a gestarse en la pandemia. Con la vida en pause, Rodero y Pablo Cantero, otro de los fundadores de VitalHome, comenzaron a trabajar en la idea y ya tienen en propiedad un primer edificio de 17 viviendas y varios locales comerciales en una buena ubicación de Murcia. “La idea la trabajamos mucho desde el principio. Teníamos muy claro que era fundamental dar seguridad jurídica al inversor. Lo característico de nosotros es que en la sociedad, a partir de 10.000 euros, puede entrar cualquiera. El inversor tiene a su disposición una intranet en la que está todo explicado. La transparencia es total", señala Rodera.

El sector inmobiliario se sigue enfrentando la escasez de viviendas, algo a lo que la Región no es ajena. "Tenemos una diferencia de 10 puntos en cuanto a número de viviendas en la UE. Los cambios sociales, las nuevas generaciones, ya  no tienen tanto apego a comprar por su mayor movilidad y lo cambiante de su estado laboral. No existe un parque de viviendas dignas. Los salarios bajos y el alto precios de los inmuebles dificultan el acceso a la vivienda", señala Rodera. "Nosotros ofrecemos un servicio 24 horas al inquilino, de forma que ya no solo participar en la sociedad es beneficioso para el inversor, sino que aquel que alquila alguna de nuestras viviendas también recibe un trato privilegiado respecto a otros caseros", añade.

Respecto a las dificultades para, no solo comprar, sino alquilar ponen la limitación de los alquileres en el debate de la opinión pública. "Es una opinión política. Mi parecer personal es que no se deben poner límites. Hay que dar seguridad jurídica y flexibilidad a todos los actores para que se pueda entrar y salir de un alquiler. Y, por supuesto, ampliar el parque de viviendas", señala.