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crónica política

Chute de moral del PP: el máster de Feijóo, la receta de Alcaraz y Patricia (esta vez sí) presente

Más de 600 dirigentes del PP se dieron cita en Murcia para celebrar la Junta Directiva Regional, presidida por Alberto Núñez Feijóo. Fotos: MARCIAL GUILLÉN (EFE)

17/09/2022 - 

MURCIA. Todo un chute de moral para la carrera electoral. Así se podrían resumir las sensaciones que sintieron los más de 600 dirigentes populares que se dieron cita en la tarde de este viernes en el céntrico Hotel Nelva, la morada elegida para celebrar la Junta Directiva Regional. La cumbre en Murcia contó con la presencia, ni más ni menos, del líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, a quien los populares murcianos se están acostumbrado a ver en su tierra, pues no hace ni menos de dos meses que el presidente nacional del PP clausuraba el congreso que reeligió a López Miras

A diferencia de aquel cónclave de julio, en esta ocasión reinó la paz y no hubo ausencias sonadas. Es decir: la alcaldesa de Archena, Patricia Fernández, la persona que ha ocupado los principales quebraderos de cabeza internos de López Miras, sí acudió al encuentro y se dejó de ver entre la marabunta de cargos del PP (estaban convocados portavoces y vocales de las Juntas Municipales de las 45 poblaciones de la Región, además de los propios miembros de la Junta Directiva). También este viernes asistió Manuel Durán, el ex concejal murciano y ex director general de la Comunidad que dinamitó el congreso al anunciar que lo impugnaría. 

La integración (o no) de la regidora archenera todavía constituye un capítulo pendiente en el partido. ¿Su asistencia a esta cita en Murcia es un paso para acercar posturas? ¿Está más cerca la reconciliación? Por lo pronto, el presidente de honor del PP, Ramón Luis Valcárcel, le echó un capote y elogió que ella es una persona "comprometida" con el partido. A falta de pistas, sirva como detalle que Patricia Fernández sigue manteniendo fijo en su cuenta de Twitter, inalterable al paso del tiempo, aquel comunicado de prensa con el que rompía su silencio para afear al presidente su falta de compromiso por no integrarla a ella y su proyecto. 

Fernando López Miras. Foto: MARCIAL GUILLÉN (EFE)

En el Nelva, sin embargo, el ambiente se centró en Feijóo y en las arengas a las masas para la campaña electoral que se avecina. Primero tomó la palabra Fernando López Miras, que aprovechó el reciente éxito (una cima del deporte murciano, sería más preciso) de Carlos Alcaraz para aplicar su modelo: "A Carlos le preguntaron cómo ha conseguido ser el número uno del mundo. Y dijo muy claro: trabajando muy duro". Esa debe ser, añadió, la clave para "ganar las cruciales" elecciones en los 45 municipios de la Región. El tono electoral dominó parte de su discurso, pero no faltaron sus grandes clásicos: el agua y el enésimo hachazo al Trasvase, la falta de infraestructuras, la isla ferroviaria en la que se ha convertido ("que Pedro Sánchez ha convertido", precisó él) la Región y, por supuesto, la oposición al Gobierno central. Con todo, reconoció que la batalla electoral "no va a ser fácil" porque Sánchez y su Gobierno "no se van a dar por vencidos fácilmente".

Feijóo y su visita a la Región

Después fue el turno de Feijóo. El gallego, en un tono más desenvuelto de lo habitual, comenzó su intervención bromeando con que López Miras le había puesto una agenda "muy taxativa": "No tengo ni diez minutos libres para ir el aseo", comentó. No era para menos. Por la mañana dio el discurso de inauguración del Foro Avanza, la gran cita de la empresa familiar. Posteriormente se desplazó hasta Alhama de Murcia para conocer las instalaciones del Grupo El Ciruelo. Y de nuevo regresó a la capital del Segura para no faltar con los fieles del PP. "He hecho un máster en Región", espetaba el dirigente, que apostillaba: Bueno, llevo varios máster, porque he venido más veces. Estamos ante uno de los lugares más prósperos de España", aseguró sobre una Región que calificó como "alegre y llena de luz".

Comentarios cómplices al margen, el presidente del PP endureció sus palabras para referirse a la labor del Gobierno central. Y lo hizo con su estilo, notarial y sin concesiones, recurriendo en ocasiones a la ironía, pero sin elevar nunca la voz. "La mejor crítica al Gobierno es una crónica de lo que hace el Gobierno", había dicho por la mañana en el foro de la empresa familiar. Prometió que está dispuesto a hablar con el Ejecutivo: "Si quiere aceptar nuestras propuestas, lo celebraremos; si quiere negociarlas, nos sentaremos, y si quiere acordarlas con los matices que fuere menester, las acordaremos". Mencionó todas sus ofertas de pactos para atajar la inflación. Culpó a Moncloa de estar desconectado por pedir grandes esfuerzos a las rentas menores: "Pide sacrificios enormes, pero no lo hacen con ninguno de los 22 ministerios, dos equipos de fútbol en el Consejo de Ministros, no los reduce a 14 o 15 como mucho ni suprime altos cargos ni alguno de los 803 asesores, la mitad en Moncloa, donde sería sorprendente que yo tuviera 400". Abogó por bajar impuestos -un argumentario marca de la casa de los populares- frente a la elevada recaudación (22.300 millones en el primer semestre). Y, por último, reclamó a los afiliados "trabajo, humildad y unidad para lograr la victoria en las urnas: "Si juntamos los votos de centro derecha, vamos a gobernar España. Vamos a volver a unirlos". Dicho en Murcia queda.

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