CARTAGENA. El ayuntamiento de Cartagena espera tener para el próximo 7 de abril aprobados los Presupuestos de 2020, que se vieron interrumpidos días atrás por la sacudida económica y social que ha experimentado España con la llegada del coronavirus.
No obstante, a lo largo de esta semana el equipo de gobierno ha trabajado para acelerar el proceso, readaptarse a la situación y poder tener, de esta manera, un borrador de presupuestos listo para ponerse en marcha. Este año, el ayuntamiento ha cifrado en 213 millones el importe total del mismo, en el que hay un capítulo esensical y en el que han volcado toda su artillería: Servicios Sociales.
Las políticas sociales dispondrán en este 2020 contarán con más de 17 millones de euros para hacer frente a las graves consecuencias de la crisis sanitaria actual. Explicó la alcaldesa, en su argumentario para hablar de los Presupuestos que Gracias al Real Decreto-Ley 8/2020, el superávit del Ayuntamiento se puede destinar a política social, por lo que las partidas destinas a este fin, entre el superávit y el presupuesto, alcanzan los 17 millones de euros, lo que supone un crecimiento cercano a los tres millones de euros con respecto a 2019.
El borrador de presupuesto que estaba elaborado destinaba a Servicios Sociales 14,3 millones.
Al trasladar parte del presupuesto de Servicios Sociales al Superávit, los colectivos podrán disponer de sus partidas de forma más ágil ya que no estarán sometidas a la concurrencia competitiva y se entregarán en cuanto se tramite el superávit, que se hará de forma simultánea al presupuesto.
Además, el Ayuntamiento contará con 500.000 euros para ayudas al alquiler a personas afectadas por la crisis; 400.000 euros para incrementar la partida de Asistencia Social; y 420.000 euros para alojamientos para colectivos vulnerables, entre otras partidas destinadas a ayudar a quienes menos tienen.
Asimismo, se dotará al Presupuesto de un fondo de contingencia que sextuplica el del año 2019 y que puede ser ampliado para ayudar a comerciantes, hosteleros y autónomos.
Además, el presupuesto propone las mayores inversiones de la década, con 16 millones de euros para obra pública con el objetivo de que, cuando la crisis sanitaria pase, el Ayuntamiento se convierta en el revulsivo económico que las empresas y autónomos necesitan para revitalizar el tejido productivo que tanto está sufriendo en estos momentos.
Las inversiones se centralizarán en el Mar Menor, ya que allí a la crisis sanitaria se une la medioambiental; y en el centro histórico; con el objetivo de recuperar el sector turístico y hostelero; asimismo se invertirá en obras hidráulicas para evitar inundaciones.