MURCIA (MP/EFE). El curso 2022-2023 arranca en la Región de Murcia estos días sin restricciones por el coronavirus y con el reto de adaptarse a la nueva ley de educación (Lomloe), lo que los centros deberán hacer en base a las instrucciones dictadas para el inicio del curso, dado que los nuevos currículos no estarán aprobados hasta el mes de octubre.
Desde este martes y de manera escalona están volviendo a las aulas más de 300.000 alumnos de todos los niveles educativos no universitarios y la consejera de Educación, María Isabel Campuzano, ha ofrecido en rueda de prensa las principales líneas de trabajo de cara a este ejercicio, que pasan, ha dicho, por el impulso a la educación infantil de 0 a 3 años, la atención a la diversidad, la digitalización y el refuerzo por la formación profesional.
Será el primer curso de aplicación de la nueva ley estatal de educación, la LOMLOE, a la que, según ha defendido, la Región se ha adaptado haciendo el desarrollo curricular correspondiente, si bien el director general de Planificación Educativa, Víctor Marín, ha reconocido que tres de los cuatro currículos a desarrollar están aún en su fase de final, mientras que el cuarto, el de Bachillerato, se elevará al dictamen del Consejo Escolar la próxima semana.
La previsión es que puedan estar listos en el mes de octubre, pero ha insistido en que todos los centros podrán empezar su actividad “con normalidad”, puesto que todas las actuaciones relacionadas con la adaptación de la ley están debidamente reguladas a través de las instrucciones para el inicio de curso.
Campuzano quiso agradecer y felicitar a todos los docentes "por su encomiable trabajo" y ofrecer tranquilidad a los padres "porque todo está preparado para que los centros reciban a los alumnos".
Llega el 'chequeguarde'
Entre las novedades impulsadas por la Consejería destaca la creación de plazas públicas y gratuitas para la educación de bebés de 0 a 3 años (primer ciclo de educación infantil), para lo que se espera habilitar 1.300 plazas a lo largo de 2023 en centros de conciliación y puntos de atención a la infancia ya existentes.
A ellas se sumarán otras 500 plazas en ocho centros de nueva construcción en otros tantos municipios, que no estarán operativas hasta 2024.
El objetivo es contar con 3.000 de esas plazas en 31 municipios en 2024 y, para las familias con menos recursos que no tengan acceso a las plazas públicas, se estrena este curso el 'chequeguarde', una ayuda económica de hasta un máximo de 1.200 euros, cuyas bases se publicarán próximamente.
Según el director general de Centros Educativos, Jesús Pellicer, unas 10.000 familias podrán beneficiarse de esas ayudas, que estarán dotadas con un total de 3,4 millones de euros.
En total para este curso la Consejería tiene previsto invertir 14,5 millones de euros en ayudas al estudio, de las que 4 millones de euros serán para becas en los 262 comedores escolares de la región, en los que comen a diario unos 18.000 alumnos, un 30 por ciento de ellos, becados.
Pellicer ha aclarado que el precio de ese servicio está fijado a través de los concursos públicos de adjudicación, que se revisarán, llegado el caso, para adecuarlos a los actuales precios, afectados por la inflación.
Otros 6,5 millones de euros se destinarán al banco de libros de texto y un millón más a ayudas al estudio, de hasta 110 euros para alumnos de primaria y 150 para los de secundaria, mientras que se habilita una partida de 210.000 euros de ayudas al transporte para aquellos alumnos que no cuentan con alguna de las 420 rutas gratuitas de transporte escolar.
Atención a la diversidad y al absentismo
En cuanto a la atención a la diversidad, se invertirán casi 2,5 millones de euros en el refuerzo de la orientación, con 18 profesores técnicos, 59 orientadores y unas 5.000 actuaciones en 71 centros.
Se potencia también el programa regional de prevención del absentismo y abandono escolar (PRAE), con una dotación de 2,14 millones de euros, un programa que ha logrado reducir a la mitad la tasa de abandono escolar (actualmente en el 17,3 por ciento) en una década.
Se ofrecerán servicios de atención temprana a través de 50 profesionales, y aumentan en 6 las aulas abiertas para alumnos con necesidades educativas especiales hasta llegar a las 144.
Además, 375 alumnos participan en las 25 aulas de acogida para mejorar su integración, y otros 3.300 reciben formación adicional para menores con altas capacidades a través de 37 talleres específicos.
Se van a invertir también más de 46 millones de euros procedentes de fondos europeos Next Generation en la digitalización de la enseñanza, con más de 5,6 millones destinados a la adquisición de dispositivos electrónicos, casi 30,2 millones para el impulso de 9.000 aulas digitales, y 10,5 millones para formación y certificación de los docentes en competencias digitales.
Por último, con respecto a la Formación Profesional, se oferta una cifra récord de 35.700 plazas (5.200 más que en 2019) y, a falta de completar los procesos de matriculación, que se prolongarán hasta noviembre, hay ya unos 31.000 alumnos apuntados en alguno de los 679 ciclos, 52 de ellos, de carácter dual y 45 bilingües (9.000 plazas, el doble que el curso pasado).