MURCIA. El Ayuntamiento de Blanca ha organizado diferentes actos para homenajear a la escritora Almudena Grandes, que han contado con la presencia de su hija, Elisa García Grandes, y su tía, Lola Grandes Rodríguez, así como del alcalde del municipio, Pedro Luis Molina, y el pintor blanqueño Pedro Cano.
Los eventos se han iniciado con el descubrimiento de una placa en honor a Almudena Grandes, que ya da nombre a la biblioteca municipal, una iniciativa del Ayuntamiento de Blanca como reconocimiento a su labor literaria y su compromiso con los más desfavorecidos.
En este sentido, el regidor del Consistorio blanqueño, ha manifestado que "la autora fue una persona que representó y representa los valores de la convivencia, la dignidad y la decencia humanas, estando siempre al lado de los más débiles y oprimidos de la sociedad, y, en definitiva, una persona cuya trayectoria ha trascendido más allá de la literatura".
Su obra, por la que ha obtenido numerosos premios nacionales e internacionales, "posee la capacidad de llegar a un amplio y variado número de lectores dentro y fuera de España".
Feminista y comprometida con los más vulnerables, fue Premio Nacional de Narrativa en 2018, doctora ‘honoris causa’ por la UNED y una de las escritoras más relevantes de las últimas generaciones. Ha sido un referente no sólo como mujer, sino también como literata y como luchadora por los derechos sociales y las libertades civiles y, sobre todo, por su compromiso personal y ético con la defensa de la democracia.
Posteriormente, el artista internacional y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2022 por el Ministerio de Cultura, Pedro Cano, ha realizado una visita guiada a la Fundación que lleva su hombre.
Y por último, ha tenido lugar el cierre del ciclo literario 'Río de Letras', cuyo coloquio ha estado a cargo del decano de la Facultad de Letras, José A. Molina que, con sus brillantes aportaciones, ha glosado la figura de Almudena grandes desde el punto de vista académico, contextualizando su trabajo literario, para ahondar en su proceso creativo, en su herencia galdosiana, y en su capacidad para revisar la historia rescatando elementos perdidos. En definitiva, ha calificado la obra de la escritora como "un clásico contemporáneo".
Por su parte, Elisa García Grandes y Lola Grandes Fernández han destacado de su madre y de su sobrina, respectivamente, su faceta como exhaustiva documentalista, su afán de justicia social e histórica, así como la educación sentimental de sus personajes.
Sin embargo, también han desgranado divertidas anécdotas familiares, poniendo el acento en su personalidad arrolladora, divertida, humilde, concienciada del mundo en el que vivía, con una sensibilidad especial para captar la idiosincrasia de las personas, también de los protagonistas de sus novelas, en un entorno.
Un broche de oro a un ciclo literario que en el que se ha puesto de manifiesto la singular cosmovisión de Almudena Grandes, su grandeza como escritora, su necesidad de hacer justicia histórica, en un evento que también ha contado con momentos de lo más emotivos.