El BCE prevé que la eurozona entre en recesión en el primer trimestre de 2023

15/12/2022 - 

MADRID (EFE). El Banco Central Europeo (BCE) prevé que la eurozona entre en recesión en el primer trimestre de 2023, debido a que espera una contracción de la economía europea en el cuarto de este año, que continuará en el siguiente.

Tras la reunión del Consejo de Gobierno, el BCE ha informado este jueves de que eleva su previsión de crecimiento económico de la zona euro para este año al 3,4 % (tres décimas más que la anterior), pero reduce la del 2023 al 0,5 % (cuatro décimas menos), en tanto que mantiene en el 1,9 % la de 2024 y apunta al 1,8 % en 2025.

Respecto a la inflación, el BCE ha revisado al alza su previsión de este año para la eurozona hasta el 8,4 % (tres décimas más); así como las de 2023, hasta el 6,3 % (ocho décimas más); y 2024, hasta el 3,4 % (1,1 puntos más); y ha avanzado que la de 2025 será del 2,3 %.

El BCE considera que, de producirse finalmente una recesión económica, ésta sería "relativamente corta y poco profunda"; y estaría motivada por "la crisis de la energía, la elevada incertidumbre, el debilitamiento de la actividad económica mundial y el endurecimiento de las condiciones de financiación".

Con ello, el supervisor bancario espera que el crecimiento sea moderado el próximo año, por lo que ha revisado "considerablemente a la baja" sus previsiones respecto a las anteriores.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha apuntado en conferencia de prensa que "la elevada inflación y el endurecimiento de las condiciones de financiación están frenando el gasto y la producción, al reducir los ingresos reales de los hogares y aumentar los costes de las empresas".

EL BCE apunta que la inflación de los alimentos continuará

Lagarde ha recordado que los últimos datos de la inflación muestran un menor impacto al alza de los precios de la energía y los servicios, en tanto que los de la alimentación siguieron aumentando su presión durante un tiempo.

Así, prevé que, una vez excluidos la energía y los alimentos, la inflación subyacente se mantendrá en el 3,9 % en 2022, en tanto que la eleva al 4,2 % en 2023 (ocho décimas más) y al 2,8 % en 2024 (cinco décimas más), mientras que avanza que en 2025 será del 2,4 %.

"La inflación de los precios de los alimentos y las presiones inflacionistas subyacentes en el conjunto de la economía han aumentado y persistirán durante algún tiempo", señala.

Además, el aumento de los salarios, que se llevará a cabo a tasas "muy superiores a las medias históricas", restablecerá el poder adquisitivo perdido y reforzará el consumo, al tiempo que "impulsará la inflación a lo largo del período de proyección".

Las medidas de apoyo fiscal para proteger a la economía del impacto de los altos precios de la energía "deben ser temporales, selectivas y adaptadas para preservar los incentivos al menor consumo", ha advertido Lagarde, ya que lo contrario elevará aún más la inflación, provocando "una respuesta más contundente de la política monetaria".

Respecto al mercado laboral, Lagarde ha recordado que el empleo aumentó en el tercer trimestre un 0,3 % y el paro se redujo en octubre hasta marcar un mínimo histórico, con el 6,5 %.

No obstante, ha añadido que, "a medida que la economía se debilite, es probable que la creación de empleo se ralentice, y el desempleo podría aumentar en los próximos trimestres".

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