CARTAGENA. Cerca de cien vehículos de autoescuelas de varios puntos de la Región, entre ellos Cartagena, Murcia, Lorca y Mazarrón colapsaron algunas de las principales arterias de la ciudad portuaria en un acto de protesta por el que consideran un injusto trato por la DGT a la hora de examinar a sus alumnos. "Llevamos soportando décadas la falta de examinadores en la Jefatura de Tráfico", lo que conlleva una paralización "del servicio de exámenes y un perjuicio tanto para las autoescuelas como empresas como para los ciudadanos", indicaba Romualdo Pastor, portavoz del Grupo de Autoescuelas de Cartagena y uno de los impulsores de esta movilización.
Recordaba Pastor que Cartagena tiene un retraso de 3.000 alumnos, aún pendientes de examinarse, mientras que en Murcia la cifra se eleva ya a 5.000. "Queremos una solución ya", añadía el representante de las autoescuelas, que añadía que la DGT "ha puesto muchos parches. El último ha sido un sistema informático en el que nos asignaban el número de alumnos a presentar a los exámenes, lo que supone una manera de encubrir sus carencias. Para colmo, el Director General de Tráfico nos prometió exámenes durante todo el verano y nos hemos encontrado con una prueba teórica y dos de circulación en agosto", quien recordaba que examinarán "bajo mínimos" y que los alumnos están "agolpados en una temporada en la que hay mucha demanda por los jóvenes".
Hace unos meses se sustituyó la forma tradicional de convocatoria de los exámenes en las jefaturas locales y provinciales de tráfico por el nuevo sistema CAPA (Capacidad de las Pruebas de Aptitud). Este sistema asigna el número de alumnos que puede presentar a examen práctico una autoescuela, en función del número de aprobados en teórico y de los aptos de circulación en primera convocatoria. De esta manera "aseguran" un día concreto para el examen con un número de alumnos determinado por la jefatura de tráfico limitando así la capacidad de trabajo de la autoescuela.
El problema es que esa asignación depende de la capacidad de examinadores de cada Jefatura, y por lo tanto, a quienes se les acumulan ahora los alumnos para ser examinados no es a la DGT, si no a las autoescuelas. "Nos han pasado la pelota", si a un alumno se le dice que hay retraso en los exámenes ya no puede reclamar a la jefatura, puesto que allí "ya no hay retraso". En esta incómoda situación se encontraban las autoescuelas de toda España tras el confinamiento.
Exigen, por tanto, que se multipliquen por dos el número de examinadores en la ciudad portuaria (ahora son cinco) y Murcia (diez) "o tendrán que plantearse si este servicio pase a manos privadas, que, quizá, será lo mejor", indicaba Pastor, quien evaluaba un retraso de cuatro meses aproximadamente de espera para examinarse de aquellas personas que han aprobado ya el teórico, mientras que los que se inscriban ahora tendrán que esperar hasta principios del año que viene, como mínimo, para tener sus carnés de conducir.