MADRID (EP). Telefónica celebra hoy su 'Día del Inversor', en el que ha presentado su nuevo plan estratégico 'GPS' (siglas en inglés de crecimiento, rentabilidad y sostenibilidad), una hoja de ruta con la que la compañía prevé una generación de caja de 5.000 millones de euros en 2026. En este contexto, los objetivos financieros de la operadora "anticipan un positivo comportamiento" de las principales magnitudes, como una tasa anual media de incremento del 1% para los ingresos, del 2% para el resultado operativo antes de amortizaciones (Ebitda), del 5% para la caja operativa (EbitdaAl-CapEx), y "por encima del 10%" para la generación de flujo de caja.
Asimismo, el nuevo plan de la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete también plantea una "favorable evolución" de la ratio de deuda financiera neta sobre EbitdaAl, para reducirse entre 2,2 y 2,5 veces en 2026. Según ha indicado la empresa, esto confirma que Telefónica "ha superado sus mayores exigencias de inversión" dado que, a su juicio, los nuevos objetivos también anticipan una "progresiva reducción de las inversiones sobre ventas" para situarse por debajo del 12% en 2026, lo cual representa una caída de alrededor de dos puntos porcentuales con respecto a los objetivos de 2023.
En este contexto, la compañía ha asegurado que mantendrá su "firme compromiso" de creación de valor para el accionista, por lo que garantiza el abono de un dividendo mínimo de 0,30 euros por título durante el periodo 2023-2026. En cuanto a las previsiones por negocios, la 'teleco' prevé que en el segmento minorista la tasa anual media de incremento de los ingresos entre 2023-2026 se situará en el 1,5%, mientras que en el segmento empresarial (B2B) sus cálculos apuntan que alcanzará el 5% "para prolongar la favorable evolución que viene registrando en los últimos trimestres".
"En Telefónica tenemos una nueva visión y ambición renovada para liderar el futuro, porque no somos solo una compañía de telecomunicaciones, somos algo más grande y aún mejor. Ahora somos un supercomputador", ha valorado Álvarez-Pallete. "En este nuevo mundo digital, el sector necesita urgentemente una completa desregulación. La mejor forma de garantizar la autonomía estratégica de Europa y del sector de las telecomunicaciones es un marco regulatorio adaptado a las necesidades de los nuevos tiempos. Nuestro plan 'GPS' es la más valiosa herramienta de crecimiento y estabilidad de la compañía para encarar con éxito su centenario y seguir dando el mejor servicio", ha agregado.
El nuevo plan de Telefónica se apoyará en cinco "vectores clave" para acelerar su cumplimiento, en concreto, la sostenibilidad del crecimiento de los ingresos minoristas, el mantenimiento del "buen momento" del negocio mayorista y la evolución de los ingresos derivados de los acuerdos con los socios de la compañía. A ello se suma la obtención de eficiencias que ayuden a reducir la estructura de costes y la reducción de la inversión, "pero manteniendo el perfil diferencial de Telefónica en el sector", ha matizado la empresa. Telefónica asegura presentar estos objetivos en un momento en el que sus "fundamentales financieros son más fuertes y resilientes, con una estrategia de creación de valor a medida y una estricta política de gestión de capital, lo que ha facilitado la fijación de unos objetivos más ambiciosos y robustos, con el foco en un crecimiento mayor del 10% del flujo de caja".
"Esta evolución permitirá aumentar la generación de caja desde los aproximadamente 4.000 millones de euros previstos en 2023 hasta los 5.000 millones de euros en 2026. Partiendo de la nueva definición de FCF (flujo de caja libre) que la compañía utilizará en adelante, ese incremento anual superior al 10% se traducirá en un aumento desde los 2.100 millones de euros en 2023 hasta los 3.000 millones de euros en 2026", ha agregado. De este modo, la compañía ha afirmado que el flujo de caja será una "prioridad" para Telefónica y una "referencia primordial" en el plan 'GPS' para seguir reduciendo la deuda, atender los compromisos financieros y garantizar el dividendo.
En este contexto, la operadora asegura que tiene un "balance sólido" que le permite hacer frente a un "entorno macroeconómico dinámico" y que le dota de "flexibilidad" para acceder a los mercados financieros. Además, afirma tener una liquidez suficiente para cubrir el calendario de vencimientos existente en este momento. En concreto, al cierre del tercer trimestre Telefónica cuenta con una posición de liquidez de 20.772 millones de euros, cuando los vencimientos acumulados en los tres próximos ejercicios se sitúan en los 10.300 millones de euros.
Por otro lado, la compañía ha apuntado que su filial tecnológica -Telefónica Tech-, valorada en unos 2.000 millones de euros y en torno a la cual ha sobrevolado la posibilidad de ser vendida, tendrá un papel "relevante" en el marco de los objetivos establecidos en su nuevo plan estratégico. "Lanzada precisamente como uno de los ejes principales del plan de acción de 2019, en los últimos años ha protagonizado una sólida historia de crecimiento que tendrá continuidad en el periodo 2023-2026", ha resaltado la empresa. Así, Telefónica prevé que su filial tecnológica tendrá una tasa anual media de crecimiento del 18% y que terminará 2026 con unos ingresos de 3.000 millones de euros.
En cuanto a Telefónica Infra, creada en 2019 para desarrollar el valor de las infraestructuras de telecomunicaciones de la compañía, la operadora prevé que "prolongará su expansión". "En 2026 su huella de fibra hasta el hogar (FTTH) alcanzará aproximadamente los 30 millones de unidades inmobiliarias, frente a los 20 millones actuales. "Este incremento contribuirá a que el volumen total de UUII pasadas con fibra hasta el hogar en el conjunto del grupo supere los 100 millones en 2026", ha detallado.