Alejandra Freymann expone 'Saltos, caídas y otras formas de desaparecer'
MURCIA. Comienza el curso para las galerías de arte murcianas y Artnueve lo ha hecho con una doble inauguración este jueves: las de las exposiciones realizadas para la ocasión de dos artistas a tener en cuenta. Por un lado, vuelve a contar con el sugerente y enigmático mundo onírico de la pintora Alejandra Freymann (España, México, Bélgica, 1983) en la que es la sexta exposición que realiza con la galería que dirige Mª Ángeles Sánchez Rigal en la calle Jose Tapia Sanz, con una serie que en esta ocasión lleva por título Saltos, caídas y otras formas de desaparecer.
Justo al lado, en el espacio de proyectos AP1 de Artnueve la artista Priscila Ramal (Murcia, 1991) se estrenaba con su primera exposición individual -aunque su trabajo ya ha llamado la atención en diferentes colectivas- que ha bautizado Blue Moon, que es como se llama al 'helado de pitufo' en Estados Unidos y con la que muestra su visión del placer en el sujeto contemporáneo.
Esta exposición recoge el último proyecto de Alejandra Freymann, una serie de pinturas en las que la artista profundiza -con su característico estilo, colores planos, y gama de azules y verdes- la relación del ser humano con la naturaleza, poniendo en escena apariciones y desapariciones de la figura humana en los paisajes que representa, y definiendo así la mirada del espectador, según señala en el texto que acompaña la muestra Javier Sánchez, quien apunta que "mirar es un proceso hecho de duraciones y metamorfosis, que no solo involucra al ojo y al cuerpo, sino también a la imaginación y al deseo".
Añade que "las pinturas de Alejandra Freymann abordan esta dinámica de la mirada a partir de dos situaciones opuestas pero complementarias, el salto y la caída. Se trata en ambos casos del mismo impulso, del mismo 'instinto de ingravidez' que según Gaston Bachelard es uno de los instintos de la vida y que se manifiesta de manera paradigmática en los sueños de vuelo".
"No obstante -puntualiza-, el salto y la caída también se nos presentan en esta exposición como una manera de pensar desde la pintura las complejas relaciones que, en un momento de crisis de la imagen como el actual, se dan entre figura y fondo, línea y color, paisaje y relato".
A escasos metros, en el espacio que Artnueve ha dedicado a proyectos de carácter emergente e investigativo con su propia identidad, Priscila Ramal inauguraba una instalación con sus últimos trabajos, con los que establece una reflexión sobre las problemáticas actuales en las que se ve envuelto el sujeto contemporáneo, intentando desentrañar -mediante un proceso íntimo y personal- las razones que conducen a la situación actual.
Así, en la instalación se pueden contemplar tres lámparas con forma de masa amorfa en la que están incrustadas diferentes píldoras y pastillas, fármacos reales que sirven para contrarrestar el dolor, como morfina, antidepresivos, antipsicóticos, relajantes... Formas como las de los slimes, cuyos vídeos 'relajantes' abundan en las redes sociales, y colores pastel que evocan la felicidad de la infancia, le sirven a la artista para expresar como ve ella esa búsqueda del bienestar conectada a la parte más irracional del cerebro (no en vano, son resortes utilizados en publicidad). Una visión que parte de su experiencia íntima y personal. Completan la muestra, una serie de libros forrados en los colores pasteles de las esculturas y dos pinturas.
"Una dulce apatía está devastando la poca energía que nos quedaba. La cultura del exceso nos trae desamparo y la belleza de las instituciones ha supuesto un verdadero analgésico cultural. Nos cuesta distinguir de dónde viene todo, pero escúchame. Tengo algo importante que decirte: lo que sientes es real, tan real como cualquier composición artificial. No eres tú, es todo un entramado en el que no elegiste nacer. Aunque esto parezca una caída, no te confundas, -como en la época dorada- lo tenemos todo por hacer", dice el texto que acompaña al proyecto Blue Moon de Priscila Ramal.
