Fotos: MURCIA PLAZA
MURCIA. Carlos Alcaraz Garfia, quien si fuera un héroe de cómic bien podría representar al Capitán América -cuatro de sus siete títulos ATP los consiguió en ese continente-, sigue creciendo con su tenis y su popularidad y se hace gigante en la Gran Vía de Madrid, la principal avenida de la capital de España y en la que una lona de enormes dimensiones muestra su imagen en calzoncillos y en vaqueros de la marca Calvin Klein, que eligió al joven tenista murciano para que enseñe sus prendas en todo el mundo. Es habitual, además, ver sus fotos mostrando tipo en diversos soportes publicitarios, en el tranvía de Murcia e incluso en paradas de autobús de Barcelona.
Su reciente éxito en el ATP 250 de Buenos Aires no hace sino refrendar que el joven jugador murciano, de 19 años y que por cierto opta a ganar el prestigioso trofeo Laureus del Deporte en la categoría de mejor revelación de 2022, se siente cómodo al otro lado del Atlántico.
El pasado año, incluso antes de conquistar el Abierto de Estados Unidos y de alcanzar el número 1 de la ATP, dijo que ese país es en el que más le gusta jugar, al margen de España, y este domingo, tras llevarse su primer trofeo de 2023 una vez de vuelta a las pistas después de superar dos lesiones y tres meses y medio de inactividad, declaró que tenía muchas ganas de "sentir de cerca la pasión con la que el público de Argentina vive el deporte y también el tenis".
Sin tiempo para celebraciones, el pupilo de Juan Carlos Ferrero se desplazó a Brasil, donde disputará el ATP 500 de Río de Janeiro en otro país en el que también el público contagia su fervor. Allí ganó el pasado año y Carlos aspira a que el torneo brasileño sea el primero en el que revalida título.
A esos tres entorchados en suelo americano el murciano añade el del Masters 1.000 de Miami, ganado igualmente el pasado año. Completan su palmarés hasta la fecha el Masters 1.000 de Madrid y el ATP 500 de Barcelona, los dos en España, y el primer título que ganó en 2021, el del ATP 250 de Umag, en Croacia.
Todo ello en siete finales disputadas, pues perdió precisamente la de Umag y la del ATP 500 de Hamburgo, en Alemania, ambas en 2022.
Estos resultados y su fulgurante progresión convierten a Alcaraz en un icono del deporte en todo el mundo y su imagen es cada vez más reconocida y reconocible. Estos días, en la Gran Vía de Madrid, cerca de Callao, una gran lona proyecta su imponente figura en calzoncillos y en pantalones vaqueros. Calvin Klein, la multinacional con sede en el distrito neoyorquino de Manhattan, está explotando al máximo el reclamo del murciano.