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opinión

Actas de la FED, tipos de interés e inflación, mucha inflación

Los gobernadores de los principales bancos centrales se alzan en armas para combatir a toda costa la inflación con su principal herramienta: subir los tipos de interés

21/02/2022 - 

MADRID. El entorno empresarial ya sufría por la inflación en 2019, pero por un hecho totalmente contrario al actual: la ausencia de inflación. Esta, provocada por una gran cantidad de oferta y una demanda insuficiente para alcanzar esos niveles, desató una liquidación masiva de los inventarios incluso a niveles por debajo de coste para evitar otros costes derivados de la logística y el almacenamiento.

Esto en términos de economía real, representada por las empresas de bienes y servicios, venía alimentado por los comentarios de los principales bancos centrales que aseveraban que la inflación ni estaba, ni se la esperaba. Muchos en el presente habrán maldecido las palabras dichas entonces.

A finales de 2021 y principios de este año todo ha cambiado. Los que afirmaban a pecho descubierto entonces que no había inflación, hoy la tienen hasta en las peores pesadillas: ya sea con el incremento de la cesta de la compra, de los carburantes o cuando llegan las facturas de los suministros.

Ahora el discurso es diferente. Al igual que Mario Draghi en su momento dijera 'whatever it takes' ('lo que sea necesario ') para salir de la crisis económica de 2008. Los gobernadores de los principales bancos centrales no sólo han dado un giro de 180 grados a su retórica, sino que se alzan en armas para combatir a toda costa la inflación con su principal herramienta: subir los tipos de interés.

Jerome Powell, presidente de la FED
De las siete reuniones de este año de la Reserva Federal (FED), se descuenta que al menos en cinco de ellas se incrementen los tipos de interés. Y que para la próxima decisión de marzo, la subida reafirme el tono agresivo de la FED con un incremento de 50 puntos básicos. Entre otras cuestiones, para cuando se acerque el mes de junio, la reserva federal inicie la reducción de su balance estructural y deje de renovar los vencimientos de renta fija que tiene en su balance. Quantitative Tightening (QT) lo llaman. En ese momento, se descuenta que los tipos estén, como mínimo, en el rango del 1%-1,25% y que para entonces, aunque sea por el efecto base de 2021, la inflación haya dejado de crecer.

Aun con todo esto, todavía hay una probabilidad del 68%, según las estimaciones del mercado, de que en cada una de las reuniones haya una subida de tipos... con la certeza de los 50 puntos básicos de marzo. Los tipos de interés a finales de 2022 estarían en el umbral del 2%, es decir, coincidiendo con el objetivo de inflación.

¿Solución?

Si en su momento los que te dijeron que no había inflación para que no te preocupases se equivocaron y tenemos los niveles actuales en máximos de 40 años. ¿No habrá mucho margen de error para que ahora digan que lo pueden solucionar?

Las actas de la Reserva Federal ponían de manifiesto que los rendimientos para el bono americano a diez años podrían llegar al 3% sin despeinarse. Cuando apenas hace unos meses la expectativa de que llegara al 2% era una locura.  Por cierto, ya está al 2%, mientras a la Administración Biden ya le cuesta más financiarse a corto que a largo.

Darío García es analista de XTB

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