VALÈNCIA. Con una hora de retraso ha comenzado en Madrid la última jornada de la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) entre los sindicatos y CaixaBank (CABK), marcada sin duda por una huelga que ha provocado el cierre de más del 90% de las oficinas del banco dirigido por Gonzalo Gortázar en todo el territorio nacional. De ahí que la mesa sindical haya destacado el éxito de la convocatoria de paro de este martes, volviendo a pedir que no se lleve a cabo ningún despido forzoso.
Los sindicatos han pedido al equipo negociación de CABK que dejen a un lado los "desafíos" y envíen "un mensaje motivador y conciliador" a la plantilla. Asimismo demandan que el número de salidas se reduzca hasta las 6.300 desde las 6.750 a las que recortó ayer la entidad domiciliada en València.
Los sindicatos siguen confiando en que Isidre Fainé, presidente de la Fundación La Caixa, medie para llegar a buen puerto como cuenta hoy Valencia Plaza. En este sentido conviene recordar que el pasado miércoles le enviaron una carta por ser " pieza clave de la solución, como ha demostrado en tantas ocasiones. Le rogamos tenga en consideración nuestra petición y ponga cordura a esta situación crucial para la supervivencia de nuestra empresa y, por tanto, de la Obra Social de la que nos sentimos tan orgullosos".
Los sindicatos han propuesto una nueva contrapropuesta a CABK, que la entidad está analizando tras pedir el primer receso de la reunión de ayer. El banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri y los sindicatos deben cerrar un acuerdo sobre el despido colectivo este martes, último día de la negociación.
De no ser así, la entidad podría aplicar unilateralmente las medidas que estimase, que no necesariamente deben coincidir con las presentadas en la propuesta de ayer lunes. Para los sindicatos, que se garantice el 100% de salidas voluntarias continúa siendo una línea roja para llegar a un acuerdo.