MURCIA (EFE). El alcalde de Lorca, Diego José Mateos, ha dicho este miércoles que la suspensión de la Semana Santa por la pandemia es "un mazazo" para la ciudad, donde esta manifestación está reconocida como fiesta de interés turístico internacional y supone un importante "motor económico" que involucra a miles de personas. Pese a ello, ha asegurado que el consistorio "respeta y comparte" la decisión del obispado de la Diócesis de Cartagena que ha cancelado la Semana Santa en toda la Región por motivos sanitarios.
Mateos ha trasladado la decisión del obispado, que era "la esperada", a los presidentes de las seis cofradías lorquinas a los que ha emplazado a una próxima reunión para estudiar "qué alternativas o que propuestas puede haber" para mantener en la ciudad el espíritu de esa fiesta "en función de la situación sanitaria".
Las cofradías presentarán sus propuestas, que serán evaluadas por el ayuntamiento y entre las que se barajan inicialmente está el mantenimiento de algunos actos religiosos y penitenciales "con todas las medidas de seguridad y las restricciones de aforo". También se contempla la retransmisión de actos por vía telemática o exposiciones, aunque el consistorio espera que sean las cofradías las que presenten proyectos ya que "ellas son el alma y el motor de la Semana Santa".
El Ayuntamiento mantendrá sus compromisos de subvención ordinaria a los pasos de la Semana Santa que les permiten mantener gastos de "carácter ordinario", pero perderán las partidas extraordinarias dedicadas a la realización de los desfiles bíblico pasionales, que con la suspensión de las procesiones dejará de tener soporte.
Mateos ha dicho tener la "esperanza" de que en 2022 la Semana Santa vuelva a tener el esplendor de siempre en la ciudad, en una cita a Lorca "llegará con el cuádruple de ganas y de fuerza, para recuperar la ilusión y la pasión que nos caracteriza".
Los desfiles bíblico-pasionales de Lorca, con una marcada rivalidad entre el Paso Blanco y el Paso Azul, las dos cofradías mayoritarias, reúne cada año en la ciudad a unas 400.000 personas.