MURCIA (FOTOS: OMEGA). No fue como el primer día de rebajas en la puerta de unos grandes almacenes. Pero, la verdad, es que tampoco nadie lo esperaba así. Los museos y salas de arte de la Comunidad abrieron este martes de nuevo al público preparados para lidiar con la nueva situación generada por el coronavirus: mascarillas, dispensadores de hidrogel, cartelería informativa, recorridos para mantener el distanciamiento social, nada de folletos en papel, personal vigilante de que se cumpliera la normativa y con un tercio de su aforo... aunque esto último no fue realmente un problema. Además, no se esperaba la llegada de grupos escolares, que es un tema que habrá que estudiar de cara a al próximo curso.
"¿Qué le ha pasado en los ojos?", preguntaba mirando con asombro un cráneo un niño de 4 años llamado Leo, que fue el primer visitante, junto con su padre, que recibió el Museo Arqueológico de Murcia (MAM). "Quería ver huesos", explicaba Joaquín, su progenitor, a quien le pareció una muy buena opción satisfacer la curiosidad del pequeño acercándose a este espacio museístico.
Por allí también andaba Luis de Miquel, el director del MAM, quien explicó a Murcia Plaza que en este museo, que cuenta con 2.000 metros, el aforo máximo es de 50 personas, 25 en cada planta, mientras que las visitas guiadas serán de un máximo de 15 personas. "No hemos dejado de trabajar durante todo este tiempo en redes, con el objetivo de mantener el museo vivo", aseguraba, al tiempo que comentó que "toca adaptarse a estos tiempos", en los que no recibirán las visitas de turistas, pero en los que esperan seguir atrayendo al público murciano.
Para ello, el MAM contará, además de con el atractivo de su colección permanente, con una exposición temporal que inaugurarán a mediado de junio bajo el nombre de Expolios, que debía haberse abierto al público en pleno confinamiento. Y que promete, ya que girará en torno a las piezas que el museo recibe procedentes de las operaciones de la Guardia Civil contra traficantes o expoliadores de restos arqueológicos. "Hay piezas muy llamativas, que van desde un ánfora griega a joyería de oro", adelantó De Miquel.
Pero si algo han aprendido los museos durante estos tiempos es que ya no se puede dejar de lado lo virtual, aunque sus grandes puertas ya estén abiertas. Así lo confirmaba Luis de Miquel, quien apuntó que han ofrecido conferencias virtuales durante el confinamiento en las que se ha registrado una asistencia mayor de público que si hubieran sido presenciales. En esta línea, el MAM prepara visitas virtuales al museo, en las que ya llevaban tiempo trabajando pero a las que el coronavirus ha dado el empujón definitivo.
El recorrido de Ruiz culminaba en una sala en la que ocupa un lugar central el sarcófago del obispo Almeida, una obra renacentista que ya de por sí justificaba la visita. Y como "Solana era un gran irreverente", el comisario de la muestra ha creado en ese espacio de iluminación teatral un diálogo con una de las obras más impresionantes de la muestra, Las coristas desvistiéndose (el cuadro pesa 200 kilos). Frente a esta "concatenación de soledades" se encuentra El Físico, un magistral retrato donde Solana hace patente aquello que se decía de él sobre que pintaba "sangre y barro". La exposición se ha prolongado hasta el 19 de julio, así que habrá tiempo para disfrutar de una de las propuestas artísticas más ambiciosa que se ha hecho este año desde la Consejería de Cultura (no se la pierdan).
Manuel Lechuga explicó que en este museo, en concreto, el aforo será de 20 personas por planta y 10 si se trata de una visita guiada. Esperan seguir recibiendo público de la ciudad y del barrio, ya que están muy integrados en las actividades de Santa Eulalia, así como de visitantes de toda la Región que deseen acercarse a los grandes maestros murcianos y españoles, cuya obra se puede contemplar en este gran museo situado en la calle Obispo Frutos.
Lo cierto es que algunas de las medidas de seguridad que se han implatado en los museos de la Región "han llegado para quedarse durante bastante tiempo", según aseguraba Javier Bernal, responsable del servicio de museos y exposiciones de la CARM. Es el caso de las mamparas, uno de los elementos que seguramente pasará a formar parte del mobiliario museístico, como ya ocurrió a principio de siglos con la gripe española en muchos edificios públicos. "Hemos vuelto a ellas y creo que se van a quedar un tiempo, al igual que la limpieza de manos más continua, los hidrogeles,... hay una serie de protocolos que nos van a acompañar a largo plazo", explicaba a Murcia Plaza.
Así, con tranquilidad, transcurrió en estos y otros museos de la Región el primer día de reapertura, después de más de dos meses con el arte confinado. Porque si bien es verdad que los museos han estado vivos y coleando a través de la redes durante todo este tiempo, "el arte es necesario sentirlo in situ", coincidían los responsables de los museos. Y así podrá ser a partir de ahora, aunque las colas y las aglomeraciones se queden para otras actividades de la 'desescalada'.
Para saber más