La muestra reúne 60 instantáneas tomadas por 17 fotógrafos y la escultura 'Cristo suspendido' de Sáez de Elorrieta
CARTAGENA. Nazarenos, penitentes, tronos, flores, luces y marcialidad son algunas de las imágenes que se repiten año tras año en la Semana Santa de Cartagena. Estas estampas, grabadas en las retinas de cartageneros y visitantes, se podrán revivir en la exposición fotográfica Tempus Passionis, que se ha inaugurado este miércoles en el Auditorio y Palacio de Congresos El Batel. La muestra recoge las miradas singulares de 17 fotógrafos que, a través de 60 imágenes, ofrecen al espectador diferentes visiones del sentir cofrade y de la Semana Grande. La muestra está presidida por la escultura Cristo suspendido, de Fernando Saéz de Elorrieta.
La exposición fue inaugurada por la directora de Cultura del Ayuntamiento de Cartagena, Fulgencia Plazas; la comisaria de la exposición, María Comas y la gerente del Auditorio El Batel, Ana Pardo.
"Los autores de las fotografías han puesto el mayor empeño en captar el alma de esta festividad devocional y el resultado no dejará indiferente al espectador que acuda a visitarla", explicaba la comisaria en el acto de inauguración, al que también acudieron muchos de los participantes, a los que agradeció su implicación en el proyecto.
"La fotografía es también emoción y sorpresa y, en parte, esto es lo que se intenta reflejar en las imágenes que componen el conjunto de la obra". Los artistas que han participado son: Julián Contreras, Carlos J. Pérez, Fernando Tazón, Andrés Hernández, José Barros, José A. Rodríguez, Nieves Ortuño, Francisco Martínez, Pedro J. Pérez, Francisco Silvente, Ángel García Maciá, Tomás Ortíz, Ángel Maciá, Ana Pérez-Nieto, Ángel Torres, Valentín Lara y Andrés Ruíz Mora. Comas quiso también mostrar su gratitud hacia el escultor Fernando Sáez de Elorrieta por la escultura Cristo suspendido que preside la exposición.
La Semana Santa de Cartagena, entendida en el aspecto meramente fotográfico, reúne todos los ingredientes básicos para que el artista, cámara en mano, haga uso de ellos y los adapte a su propio estilo, buscando la forma idónea de mostrar la belleza, la riqueza cromática en los nazarenos y penitentes, los juegos de luces y sombras de la ciudad durante su Semana Mayor.
Pero, sobre todo, tiene dos componentes primordiales que deben también formar parte de la mochila del artista de la fotografía: emoción y sentimiento. Estas cualidades, innatas en la Semana de Pasión cartagenera, son las que más han interesado a los autores y las que han intentado plasmar en esta exposición, sin dejar en el olvido ninguna de las anteriormente citadas, como tampoco se han querido obviar diversas situaciones peculiares.
La exposición está estructurada en 5 hitos: El mar, semilla cofrade, La tradición, La intimidad, El patrimonio y Lo nuestro, porque si algo define a la Semana Santa de Cartagena es su carácter mediterráneo; además del orden, la luz y los arreglos florales, acompañados al son de marchas.
El primer hito, El mar, semilla cofrade refleja el binomio perfecto en la Semana Santa cartagenera entre Armada y Puerto. Los Marrajos muestran una inmensa devoción por el Jesús Nazareno, que La Madrugada de Viernes Santo sacan desde La Pescadería una bella procesión, la del Encuentro, de honda raigambre en Cartagena, con reminiscencias de pescadores devotos. Y cada Martes Santo se cumple otra tradición, Pedro Marina Cartagena sale "franco de ría" tras el permiso del Almirante para bendecir a un pueblo que se agolpa en los aledaños de la institución militar. Comienza la procesión más castrense de Cartagena.
Por su parte, el hito de La tradición ahonda en la herencia Cofrade. ¿Cali o Marra? ¿Resucitado o del Socorro? Así se nace en Cartagena. Y es que, la constancia y el amor hacia las inigualables procesiones de la ciudad no se ha detenido en el tiempo, es una tradición renovada.
Uno de los atractivos de la Semana Santa son aquellas cosas que pasan desapercibidas y, la mayoría de las veces, tan sólo son vividas por una minoría. Reglas y costumbres que se siguen escrupulosamente y se conservan como el bien más preciado. Así se plasma en las instantáneas del hito La intimidad el ritual que viven los cofrades de puertas para adentro.
La exposición, no podía dejar pasar El Patrimonio. El Evangelio hecho arte en tallas sagradas, bordados, orfebrería…, todo forma un conjunto especial y que es la clave para comprender la riqueza cultural que entraña la propia Semana Santa, que con frecuencia se convierte en su más idónea expresión.
Y, por último, se muestra el hito Lo nuestro. Todo el esplendor de Cartagena en esos días de desfiles en los que las calles se inundan de luz, flor, color y devoción.
Tempus Passionis se puede visitar hasta el 14 de abril (horario de mañana, de lunes a sábados: de 10.00 a 14.00 horas, horario de tarde, de lunes a viernes: de 17.00 a 20.00 horas).
