Fotoperiodismo

Emilio Morenatti, el fotoperiodista curtido en guerras que lloró fotografiando el nacimiento de su hija: "No se deben llevar los traumas a cuestas"

1/03/2020 - 

MURCIA. Dice Emilio Morenatti que no es muy dado a decir frases épicas, pero lo cierto es que durante la conversación que mantiene con Murcia Plaza este fotoperiodista -que ha retratado el infierno de la guerra en Oriente Medio, Pakistán, norte de África o Afganistán, donde resultó gravemente herido- deja caer unas cuantas reflexiones que bien podrían convertirse en el titular de este artículo. Así, por ejemplo, este zaragozano criado en Jerez de la Frontera (no ha perdido el acento) recuerda que “el periodismo no son asuntos virales o likes en twitter”; confiesa que “mi sueño es ser invisible, pero no lo consigo”; y recomienda que en una profesión como la suya “no se deben llevar los traumas a cuesta”. Y, aunque sus imágenes le han valido los máximos reconocimientos del fotoperiodismo y hasta le han dejado a las puertas de un Pulitzer, este contador de historias tiene muy claro cuál de sus fotos le ha marcado más: “La del nacimiento de mi hija. Lo fotografié como si fuera una hazaña y me derrumbé, casi me desmayo. Nunca me imaginé que me haría llorar tanto y me haría estremecer de esa forma”.

Morenatti ha sido uno de los invitados en las XIV Jornadas de la Asociación de Informadores Gráficos de Prensa de la Región de Murcia, donde acudió para “hacer un poco de activismo periodístico”. “Cuando puedo salgo de mi función como editor, fotógrafo y coordinador en España y Portugal de Associated Press para reivindicar la importancia del periodismo y del fotoperiodismo en particular. Aprovecho, además de contar algo sobre mi experiencia, para debatir sobre cómo podemos dignificar la profesión”. La clave está, señala, "en diferenciarnos de toda esa mega información que hay en las redes sociales, que más que informar, desinforman”. Porque “el periodismo no son asuntos virales que hoy salen y mañana desaparecen; o likes en Facebook, Twitter o Instagram”.

Este fotoperiodista, cuyas imágenes han golpeado conciencias durante los treinta años que lleva ejerciendo, descubrió que lo suyo era esta profesión –“sigo descubriéndolo cada día”- porque combinaba la acción y el reto. “La fotografía es al principio una excusa para estar en los sitios y luego se convierte en una herramienta importante para informar y contar historias”, explica Emilio Morenatti, quien asegura que “quiero que me sigan mandando a los sitios y seguir estando ahí. Y la única manera de conseguirlo es marcar la diferencia y hacer un trabajo digno y bueno. El día que pierda esa motivación, me convertiré en otra cosa, en editor o en lo que sea”.

Es por ello que actualmente alterna su trabajo como fotógrafo con sus funciones como editor y coordinador. “Sigo haciendo informaciones de primera línea, historias de calado internacional”. Casi como una necesidad: “Para sentirte activo, porque si no es así pierdes el contacto con el terreno y eso es atroz”. En ese sentido, recuerda que ha cubierto el procés catalán desde que comenzó. “La acción la tengo en casa, dice el fotógrafo que reside en Barcelona y que obtuvo el premio Ortega y Gasset de Periodismo Gráfico por la foto de una mujer detrás de un escaparate casi destrozado en el centro barcelonés, tomada durante la huelga general de 2012.

     

Sobre la invisibilidad y las mochilas

La invisibilidad ha sido una de las obsesiones de Emilio Morenatti. "Hay veces que se consigue, un poco insistiendo o convirtiéndote en medio mueble; la gente se cansa de verte ahí y al final te ignoran y tienen un comportamiento cotidiano que tú puedes retratar. Para mí es fundamental el tema de no interferir en la escena, mi intención es fotografiar sin ser visto, sin ser percibido y sin intervenir, o hacerlo lo menos posible, para que esa escena sea lo más cercana a la realidad".

"Siempre me destroza lo que veo", confiesa este profesional que ha sido testigo del drama y la barbarie por todo el mundo, al mismo tiempo que destaca que en el fotoperiodismo "hay que tener la habilidad de recomponerte. Si te descompones no vales. Tienes que decirte: yo ya he cumplido mi misión, que no era salvarle la vida a esta persona, sino contar la injusticia que se estaba cometiendo en ese momento. Y partir de ahí, vas a la siguiente historia". Es por ello, que Morenatti considera que "no debemos llevar los traumas a cuesta; el que lo haga debería de cambiar de profesión. Es una mala gestión de la profesionalidad".

Él es un ejemplo de ese recomponerse y seguir para adelante, aunque una prótesis en la pierna le recuerde lo cerca que estuvo de perder la vida en Afganistán, cuando en 2009 el vehículo en el que viajaba voló por los aires. "Nunca vas a ser el mismo y tienes que vivir con eso, haciendo alguna terapia y tirando para adelante como uno puede. Pero he intentado que no me afecte en el trabajo e intento sacar lo positivo, aunque es difícil. De hecho, llevo diez año trabajando sin pierna y a veces no recuerdo si hice una foto antes o después. Sigo conservando mi cabeza, mis manos,.. voy un poco más lento, pero sé donde me quiero colocar y, al final, se trata de una cuestión de destreza". En ese mismo año, el 2009, Emilio Morenatti obtuvo el primer premio Fotopres y, ese mismo año, fue finalista del premio Pulitzer por la cobertura de la guerra de Afganistán. 

Entre sus galardones también destacan el Godó de fotoperiodismo, el Lucas Dolega y el World Press Photo en dos ocasiones. Ha sido nombrado mejor fotoperiodista del año en América en dos ocasiones: en 2009 por Pictures of the Year International y en 2010 por la National Press Photographers Association de Estados Unidos. 

Detrás de cada una de esas imágenes premiadas, de todas, hay una historia que dar a conocer, que "es la función del periodismo de verdad, la del contador de verdades, y que es fundamental que siga existiendo. Debido a la crisis se están dejando de ver cosas importantísimas que la historia ya nunca reflejará. Hay lugares donde ya no podemos ir a contar historias por miedo a la integridad del periodista. Eso me parece un drama".

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