MURCIA. La irrupción de la pandemia de la covid-19 ha afectado a al sector inmobiliario de forma contundente. José Ramón Blázquez, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Región de Murcia (APIRM),señala que "el confinamiento llegó como un tsunami y también las medidas del Gobierno, a base de decretos que se sucedían rápidamente y no siempre en la dirección adecuada".
Blázquez explica que la covid-19 y el confinamiento ha cambiado el concepto de la vivienda, y que el comportamiento de las empresas ha sido "ejemplar" desde que se decretó el estado de alarma, pero pide la actuación de las administraciones para poder afrontar el reto que supone la situación actual.
-¿Cómo están viviendo los promotores inmobiliarios de la Región de Murcia el estado de alarma y la nueva normalidad?
-Al igual que el resto de sectores, hemos pasado por diferentes fases a medida que los acontecimientos se han ido sucediendo, a una velocidad de vértigo. El confinamiento llegó como un tsunami y también las medidas del Gobierno, a base de decretos que se sucedían rápidamente y no siempre en la dirección adecuada. Fue un periodo de gran preocupación y de mucha información, que en muchos casos era casi imposible asimilar. La siguiente fase fue la de reaccionar e intentar mejorar la situación de cada una de las empresas. Nos pusimos a trabajar con las distintas administraciones en la resolución y avance de expedientes. Se consiguió avanzar y terminar aprobaciones.
"La desescalada nos permitió cerrar operaciones. Ha dado tranquilidad al sector, que ha visto como los precios y compromisos de la obra nueva se mantienen"
-¿Mejoró la situación con la desescalada?
-La desescalada nos permitió cerrar operaciones, algunas que ya estaban en marcha y otras nuevas. Ha dado tranquilidad al sector, que ha visto como los precios y compromisos de la obra nueva se mantienen y que se continúa trabajando con relativa normalidad. El comportamiento de las empresas promotoras ha sido ejemplar. Se ha trabajado con gran responsabilidad, cumpliendo en todo momento las medidas sanitarias y generando confianza en el sector. Sin embargo, vemos con preocupación las medidas económicas que se están tomando desde el Gobierno, al tiempo que echamos en falta medidas que ayuden a las empresas a sortear esta situación.
¿Ha cambiado el concepto de vivienda de los ciudadanos con el confinamiento?
Sí. Los ciudadanos han pasado mucho tiempo en sus casas y se han parado a pensar: qué les gusta de sus viviendas, qué echan en falta... A la hora de buscar vivienda, han pasado a tener más importancia características como la luz, las terrazas y las zonas ajardinadas, la amplitud o los espacios multiusos. Durante este confinamiento muchos han aprovechado el tiempo para buscar viviendas por internet y a analizar la oferta. Otros han decidido hacer reformas en sus casas. También ha cambiado el concepto del trabajo -que en muchos casos se puede desarrollar a distancia- lo que ha hecho que las búsquedas se hayan dirigido hacia viviendas más grandes y con más espacio, aunque estén más alejadas. Como dato positivo, se ha valorado más la vivienda a raíz de esta crisis.
¿Cómo se adapta el teletrabajo al sector de la promoción inmobiliaria?
-Dentro de la promoción inmobiliaria hay actividades que se pueden realizar perfectamente a distancia, pero otras necesitan contacto personal. En una fase inicial de búsqueda de información sobre las viviendas y promociones, localización de zonas, consulta de precios, características y planos, internet se ha convertido en una herramienta esencial. El teletrabajo ha funcionado muy bien en esta fase, lo que se ha traducido en un aumento de visitas a páginas web, más envío de información por correo electrónico y mayor atención telefónica. A medida que el proceso avanza, el contacto personal se hace más necesario. La compra de vivienda es la inversión más importante en la vida de las personas. Lo normal es visitar el lugar y ver la promoción antes de comprar. Y por supuesto, la firma de documentos, ya sean privados o ante notario, se debe hacer personalmente.
"el precio de la obra nueva se está manteniendo y no se ha producido el efecto apocalíptico que algunos pronosticaron"
¿Considera que el sector ha entrado en una nueva crisis?
-Podemos decir que el mundo entero ha entrado en una nueva crisis y que el sector promotor puede escaparse si se hacen los deberes bien, sobre todo desde la administración. A diferencia de la crisis de 2008, que fue una crisis de oferta, la actual es una crisis de demanda coyuntural motivada por una pandemia. El movimiento de personas se ha limitado y esto ha hecho que haya sido imposible comprar una vivienda. Al reanudarse la actividad, se ha comprobado que los compromisos se mantienen y que las viviendas se continúan vendiendo. Por ello, el precio de la obra nueva se está manteniendo y no se ha producido el efecto apocalíptico que algunos pronosticaron. El primer dato a tener en cuenta es que la oferta es escasa, faltan viviendas. Además, la situación financiera de las empresas es muy sólida. Tanto empresas como hogares están mucho menos endeudados que en 2008 y el grado de profesionalización de las empresas es muy superior. El sector está preparado para enfrentarse a esta situación.
-Y la demanda, ¿cómo está funcionando?
-Hay una demanda de vivienda latente. Si somos capaces de conseguir que el Estado garantice el pago de la entrada y, por tanto, que la banca pueda financiar la totalidad del pago de la vivienda, utilizando los avales del ICO, una gran cantidad de compradores entrarían en el mercado. Desde la Asociación de Promotores a nivel nacional se está pidiendo a la administración que adopte esta medida. Una medida que supondría al menos 350.000 nuevos compradores de vivienda entrarían al mercado y potenciaría enormemente el sector inmobiliario. Tendría un efecto neto muy positivo para las arcas públicas.
"Si somos capaces de conseguir que el Estado garantice el pago de la entrada, al menos 350.000 nuevos compradores de vivienda entrarían al mercado"
¿Está respondiendo el sector bancario?
En estos momentos, en las decisiones de financiación está primando la cautela y las operaciones se están estudiando de forma individual, lo que por supuesto va a retrasar el inicio de las nuevas inversiones y promociones. A fecha de hoy, no hay una política definida por parte de la banca en relación con el sector. Para que el sector inmobiliario sea motor de la economía es fundamental que las instituciones financieras apuesten claramente por él. También es muy importante el funcionamiento de las distintas administraciones públicas en la evolución de esta situación. Es imprescindible que se pongan los mecanismos para agilizar y simplificar los procedimientos y que haya mayor flexibilidad en el urbanismo, extremadamente rígido e incapaz de dar respuesta a las necesidades de la sociedad actual.
Recientemente presentó la Comunidad el nuevo decreto de vivienda protegida al Consejo Asesor del que APIRM forma parte. ¿Qué opinión tiene la asociación al respecto?
La vivienda protegida es una figura que tradicionalmente ha tenido mucha importancia en la promoción de viviendas en nuestra Región. En estos momentos se está utilizando muy poco porque desgraciadamente no existen ayudas y las ventajas de este tipo de promociones con respecto a las de vivienda libre son pocas. En este escenario, es fundamental trabajar la normativa que afecta a la VPO y hacerla mas sencilla, ágil y flexible, de modo que los inconvenientes para desarrollar este tipo de promociones disminuyan y compense poner en el mercado estas iniciativas. El nuevo decreto de VPO va en esta dirección. No debemos olvidar que el planeamiento destina el 30% de las parcelas a vivienda protegida. Es muy importante desarrollar estos suelos.
¿Cuáles son las principales reivindicaciones del sector a las administraciones?
La Asociación planteó una serie de medidas y muchas de las mejoras propuestas no cuestan dinero, pero tienen una gran repercusión en la actividad económica, se trata de medidas de simplificación y agilización administrativa que facilitan la inversión inmobiliaria y nos hacen mas competitivos. En estos momentos, son fundamentales las medidas que apoyan la demanda, y me refiero principalmente a la garantía del estado al pago de la entrada mediante avales del ICO, muy eficaz porque soluciona el mayor problema de muchos jóvenes a la hora de acceder a la vivienda. Una rebaja del IVA de la primera vivienda al 4% también ayudaría.
También tenemos que incorporar la declaración responsable en todos los supuestos en que sea posible. Supondría un gran avance. Es importante, con la experiencia que tenemos de estos años, revisar la Ley del Suelo y hacer el urbanismo más sencillo, ágil y flexible porque está claro que el modelo actual es muy rígido y no se adapta a la evolución de las necesidades y demandas de la sociedad, mucho mas rápida. Hay que descongestionar las evaluaciones ambientales. En cuanto al mercado del alquiler, la oferta es escasa porque no existe seguridad jurídica para los propietarios. Es importante legislar con el objetivo de mejorar esta situación.
-¿Como ve el futuro del sector?
-La rápida evolución de los acontecimientos que se está produciendo en nuestro país en estos momentos hace difícil hablar de futuro. Es evidente que las cosas no se están haciendo bien a nivel nacional y que tenemos que gestionar la pandemia de forma diferente y mas eficaz, pero esta vez hay que buscar una solución distinta al confinamiento general porque tenemos también que salvar la economía. Centrándonos en nuestro sector, el inmobiliario, considero que hay fortalezas del mismo que debemos aprovechar. Con las adecuadas medidas de seguridad se puede garantizar una baja incidencia del virus. Es también un sector que se ha profesionalizado mucho y que parte de una situación financiera saneada. Si tenemos en cuenta que la oferta actual responde a una demanda real entenderemos que nuestra situación actual sea de estabilidad.