MURCIA. El Real Murcia, que planifica aunque con muchas dudas su próxima campaña de abonos, seguirá el modelo del Real Madrid y, como la entidad presidida por Florentino Pérez, aceptará la donación de sus abonados que opten por renunciar a la devolución que les corresponde por los partidos que han dejado de ver en el estadio Enrique Roca durante la campaña 2019/2020 al quedar paralizada la competición por la expansión del coronavirus.
La medida adoptada por el consejo de administración de la entidad grana, tan necesitada de ingresos para paliar su mala situación financiera, es una de las opciones que plantea ante la próxima campaña de abonos, como ha indicado el consejero y responsable de esta parcela, Álvaro Ruiz.
En este curso el Murcia ha dejado de disputar diez partidos en el grupo IV de Segunda B, cuatro de los cuales iban a ser en su campo. La afición se ha quedado sin ver los encuentros ante el Linense, el Recreativo de Huelva, el Villarrubia y el Badajoz y el Real Decreto-ley 11/2020, por el que se adoptan medidas urgentes complementarias en el ámbito social y económico para hacer frente a la pandemia, recoge dentro de las medidas de protección a los consumidores el derecho que estos tienen a la devolución de la parte proporcional de lo pagado en su momento por aquellos encuentros a los que no pudieran asistir por no disputarse o por hacerlo a puerta cerrada.
En base a ello el Real Murcia estudia fórmulas a aplicar para compensar a sus abonados, siendo una de ellas la de devolver el importe correspondiente, otra la de descontarlo del abono del ejercicio 2020/2021 y una tercera la de no cobrar el pago en partidos de la Copa del Rey o la Copa Federación.
El regalo de entradas y de tarjetas de descuento para adquirir productos del club también está encima de la mesa.
Además, los afectados tienen la posibilidad de perdonar el dinero que les adeuda el club, una donación que sería muy bien recibida. Algo así ha propuesto el Madrid a quienes tienen su carné y, evidentemente, las necesidades y la situación de la institución blanca son muy diferentes a las que atenazan al Murcia en su día a día.
"Planteamos las medidas que sean menos dañinas para la economía del club y también para que el aficionado disponga de varias opciones", comenta Ruiz.
El club ultima su propuesta para dicha campaña y está pendiente de las noticias que lleguen desde la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para la campaña 2020/2021 en Segunda B.
Al Murcia, cuyo primer equipo afrontará su séptima temporada consecutiva en la categoría de bronce, ya se le ha comunicado que el campeonato comenzará a mediados de octubre, pero todavía no se conoce su formato y, por lo tanto, el número de encuentro que conformarán la competición.
"Nos preparamos para volver a competir casi dos meses más tarde de lo que venía siendo habitual y confiamos que sea con público en las gradas, pero habrá que ver cuántas personas pueden acceder a los estadios. A nosotros más que el cupo del 30% del aforo nos preocupa el distanciamiento y con un metro y medio apenas podrían entrar a nuestro estadio un 15% o un 16% de las personas que caben en él", apunta Ruiz.
Así, de los 31.179 asientos que tiene el estadio Enrique Roca de Murcia tan sólo podrían ser ocupados unos 5.000 pues con la norma de distanciamiento tan sólo habrá localidades disponibles en una de cada dos filas y ocupando únicamente una de cada tres butacas.
A esa clara limitación se le une la incertidumbre que se genera en relación al sistema de competición que se aplicará en la siguiente temporada.
“No sabemos cómo va a ser el campeonato y no es lo mismo estar en un grupo general que en subgrupos y luego tener que disputar una segunda fase. Son cuestiones que están en el aire y que se aprobará en la asamblea de la Federación Española que seguramente se llevará a cabo una vez que hayan acabado los play off de ascenso a Segunda y a Segunda B”, explica Ruiz, quien, aunque no puede ser concreto, sí señala que los precios serán “muy similares” a los de este último año.
"Descartamos subirlos y en algunos sectores bajarán", reconoce.
El inicio de la campaña de abonos empezará más tarde que en años anteriores, como es lógico. "En 2019 la pusimos en marcha dos meses y diez antes del inicio de la temporada y este año calculamos que podremos arrancar con ella en agosto y tenemos muchas ganas de poder hacerlo", expone el consejero grana, quien es ambicioso pero a la vez realista al referirse al objetivo a alcanzar en cuanto a número de abonados.
"Obviamente que estaría muy bien repetir lo de esta última temporada, en la que llegamos a los 11.000, pero debemos tener presente que las condiciones no son las mismas y que la economía se ha visto resentida. Hay muchos afectados por los expedientes de regulación de empleo y, además, los aficionados no saben todavía si podrán ocupar su asiento", comenta.
"Contamos con los 6.000 fieles de siempre, que serán seguros, y esperamos animar al menos a otros 2.000 más", añade.