MURCIA. El ruido de los platos sobre las mesas, las comandas pedidas desde la barra y las charlas de los clientes del bar han vuelto a 'El Pulpito' este miércoles. A las dos de la tarde María José Jiménez, dueña del local junto a su marido Juan, saluda sin parar a los que llegan deseosos de disfrutar de una de sus tapas con una cerveza bien fría. Después de tres semanas con la hostelería cerrada, esta emblemática plaza de Santa Catalina donde se ubica el establecimiento ha recobra la vida. Aquí están algunos de los mejores bares de tapas de Murcia y este es uno de ellos.
"Todos los clientes están locos de contentos. Aunque no está todo abierto, se va viendo un poquito de normalidad y la gente está super feliz", explica Jiménez, sastisfecha de haber podido abrir de nuevo las puertas de su bar y ofrecer todo lo que tiene a sus clientes. "Todos llegan y te preguntan como estás, como si hubieras pasado una enfermedad. Se solidarizan con los hosteleros. Y la respuesta es muy buena, la terraza está al completo y nosotros contentos de estar trabajando, que es lo que queremos”.
'El Pulpito' abrió sus puertas por primera vez en agosto de 1990 como bar para aperitivos en el que se puede comer, y su especialidad, como su propio nombre indica, es el pulpo, pero no uno cualquiera. "Nosotros empezamos con el pulpo rockero y tuvimos muchísimo éxito. Aquí nadie que se pida una marinera se va sin pedir el pulpo. Y es de Galicia, lo traemos especialmente. Si es de otro sitio no es lo mismo", subraya tajante. Su producto estrella tiene tanta demanda que, en los buenos tiempos, indica, han llegado a despachar la friolera de casi 200 kilos de pulpo a la semana. "No dábamos abasto de todo lo que nos pedían". Como logran el punto que lo caracteriza es algo que se niega a revelar porque "es un secreto profesional que mantenemos desde el principio y no damos la receta".
Esa especialidad y el producto fresco con el que cuentan a diario, en el que abundan los mariscos y los pescados, les ha convertido en referente del buen tapeo. Una marinera, un matrimonio, un pulpo rockero, son imprescindibles para empezar en sus mesas. Para los que desean algo más contundente, destaca la lubina salvaje a la murciana, gallopedro frito con ajos tiernos y patatas a lo pobre , bogavante y langosta vivas al ajillo o en arroz, o rodaballo a la marinera.
"No nos gusta utilizar salsas y, si las ponemos, las dejamos aparte", aclara. "Creemos que le quitan sabor al producto y no nos gusta disfrazar con salsas. Todo a la plancha y hecho de la forma más sencilla: es como mejor se disfruta de un buen marisco o pescado".
Su propuesta ha tenido tan buena aceptación en el ambiente del tapeo murciano que en 2014 decidieron abrir otro local, en este caso en la costa, en el privilegiado enclave del Puerto de Tomás Maestre, en La Manga del Mar Menor. Un lugar con la misma cocina, "todo igual", resalta, "pero en un entorno precioso porque comes rodeado del mar y viendo los barcos entrar y salir del puerto. Da paz", destaca.
