El ERE de CaixaBank representa el 45% de los despidos de la banca durante la pandemia

4/07/2021 - 

MURCIA (EP). Los bancos españoles han acordado desde el inicio de la pandemia ajustes de plantilla que afectan a más de 15.000 puestos de trabajo, ya sea mediante salidas incentivadas o prejubilaciones.

En un contexto de baja rentabilidad por el entorno de tipos de interés negativos, el sector ha protagonizado diversos ajustes de empleo en los últimos años, en ocasiones derivado de fusiones entre entidades, o para ajustar una red sobredimensionada y ganar eficiencia.

La presión sobre los márgenes de las entidades bancarias se vio exacerbada por la irrupción de la pandemia del coronavirus en España en marzo de 2020, que además ha acelerado tendencias como la digitalización, lo que ha llevado a las autoridades supervisoras a insistir en que las entidades deben repensar su modelo de negocio para reducir costes y adaptarse a los nuevos hábitos de consumo.

Esto ha intensificado la tendencia de reducir de oficinas y apostar por los canales digitales, una redistribución de las redes que ha venido habitualmente acompañada de recortes de empleo.

Desde que la crisis del coronavirus irrumpió en España a mediados de marzo de 2020, diversas entidades bancarias han pactado con los representantes de los trabajadores procesos de ajuste de plantilla que suman más de 15.500 extinciones de puestos de trabajo, ya sean mediante salidas incentivadas o prejubilaciones.

El último y mayor de todos ellos ha sido el firmado este jueves entre CaixaBank y los sindicatos por la integración de Bankia, que supondrá 6.452 salidas voluntarias, el 14,5% de la plantilla del banco, un plan que contempla prejubilaciones desde los 52 años y que desde CCOO aseguran que es "el mejor ERE del momento" en el sector financiero.

Hace apenas un mes, BBVA y los representantes de los trabajadores cerraron otro ERE para amortizar 2.725 empleos, a los que se suman 210 excedencias incentivadas. El acuerdo permite prejubilaciones desde los 50 años y ya se han apuntado más de 4.000 empleados a un proceso de adhesión que no ha finalizado.

También desde los 50 años prejubila Banco Santander, que en diciembre pactó un ERE para 3.572 trabajadores. Los últimos datos de la comisión de seguimiento indican que el 93% de las salidas ya se ha ejecutado.

Banco Sabadell no llevó a cabo un ERE, sino un plan voluntario de prejubilaciones para 1.800 empleados. Dicho programa se pactó con los sindicatos en diciembre de 2020 y se ejecutó en su totalidad al cierre de marzo.

No es descartable que la entidad realice un ajuste de empleo en el futuro, pues el nuevo plan estratégico, presentado el pasado mes de mayo, contempla una reducción de costes de 100 millones de euros por todas las vías, incluyendo la de reestructuración de personal. La reducción de costes comenzará a ejecutarse, como muy tarde, en la primera mitad de 2022.

Asimismo, a finales del año pasado anunció un ajuste de empleo Ibercaja Banco, que en este caso supone la salida de 750 trabajadores y que la entidad prevé completar en junio de 2022.

Abanca también pactó con los sindicatos 190 prejubilaciones por la integración de Banco Caixa Geral. En este caso, el ajuste se anunció antes de la covid-19, a finales de febrero de 2020, si bien el acuerdo se alcanzó a mediados de abril, en pleno estado de alarma. El banco presidido por Juan Carlos Escotet también ha adquirido Bankoa y Novo Banco, aunque por el momento no se prevén nuevos ajustes.

En este escenario, está pendiente de negociar el ajuste de empleo que tendrá lugar en Unicaja Banco tras la absorción de Liberbank, una operación que acaba de recibir 'luz verde' de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y que debería completarse en las próximas semanas.

Será tras la recepción de las autorizaciones regulatorias cuando el grupo esté en disposición de explicar en detalle los impactos finales de la operación, negociando las posibles medidas que afecten a la plantilla con los representantes de los trabajadores. El presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, ha reiterado en varias ocasiones que las medidas que puedan afectar a la plantilla con motivo de la fusión se analizarán con rigor y con el mayor acuerdo posible entre las partes.

De su lado, Bankinter se mantiene al margen de las fusiones y su director financiero descartó el pasado mes de abril que el banco fuese a realizar un recorte de plantilla "en el presente o en el futuro".

Todos los ajustes citados arrojan una cifra conjunta de 15.509 extinciones, que ascienden a 15.700 si se tiene en cuenta el plan de prejubilaciones de Abanca, según los datos recabados por Europa Press.

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