Dueños de parte del tesoro del UCAM Murcia CB

MURCIA. No metieron ninguna canasta, pero celebraron todas y cada una de ellas… hasta llegar a colgarse del cuello esa medalla de bronce en lo que es el mayor hito en la historia del club, en cuyo equipo no llegaron a jugar-hubiera sido su gran sueño- pero al que animaron en cientos de partidos.

¿Cómo es posible? Pues pujando fuerte por lo que ansiaban. Los hermanos Vicente y Jorge López López y su padre, también Vicente, se llevaron la medalla en la Liga de Campeones FIBA que el UCAM Murcia Club Baloncesto consiguió en el curso 2017/2018 y que, a través de su capitán, Sadiel Rojas, donó para la subasta  #LaMejorAsistencia, que la Liga Endesa organizó para recaudar fondos destinados a la lucha contra el coronavirus.

El UCAM CB, que fue tercero en aquella Final a Cuatro celebrada en Atenas, no tenía a ningún murciano en sus filas, pero si hay tres miembros de una misma familia, fieles aficionados del equipo, que hoy pueden presumir de llevar puesta la presea conquistada hace dos años -fue a comienzos de mayo de 2018- en la capital griega, donde los granas cayeron por 77-75 ante el AEK, el anfitrión y a la postre campeón, en semifinales; y luego superaron por 85-74 al MHP Riesen alemán.

Ovie Soko, Álex Urtasun, José Ángel Antelo, Vítor Benite, Charlon Kloof, Clevin Hannah, Brad Oleson, Vítor Faverani, Augusto Lima, Kevin Tumba, Sadiel Rojas y el canterano Lazar Mutic, más Ibon Navarro como entrenador, formaron la expedición universitaria en Atenas y a miles de kilómetros estaban siguiendo sus evoluciones en muchos hinchas atentos a las imágenes de televisión.

En los 35 años de historia del club ese bronce internacional es el mayor hito y los López López pueden presumir de tener en su hogar parte de ese tesoro.

"Cuando supimos que el club aportaba a la subasta la medalla quisimos hacernos con ella no por el artículo en sí sino por el valor simbólico que tiene. Además, el hecho de que fuese Sadiel el que la donase nos terminó de animar pues es alguien a quien admiramos mucho", cuenta Vicente, más conocido como "Torito", quien estuvo "a punto de ir a Atenas", pero finalmente no pudo hacerlo por motivos de estudios, según expone este estudiante de Periodismo en la Universidad Católica de Murcia.

La presea protagonista de esta historia recibió un totalde 88 pujas y los López López concurrieron a la subasta dos veces, la segunda de ellas a tres segundos para que se cerrara el plazo para adjudicársela. "Fueron 660 euros que pagamos a partes iguales mi padre, mi hermano Jorge, que es ocho años menor, y yo", afirma.

"Ahora la guardamos en una especie de museo que tenemos en casa junto a otros artículos como una camiseta que donó José Ángel Antelo, el anterior capitán del equipo, y que utilizó el día en el que sufrió su grave lesión de rodilla. Se hizo un sorteo y me tocó a mí", apunta el agraciado.

Torito valora que la medalla se haya quedado en Murcia. "Es algo bonito y que esto sucediera también nos animó a pujar", comenta este aficionado que es miembro de la peña Sufridores del CB Murcia y que ve los partidos del equipo desde la primera fila de la grada lateral norte  del Palacio, justo detrás del banquillo visitante.

"Desde ahí animamos sin parar y más de un rival se ha dado la vuelta para decirnos que dejemos de gritarles a la oreja", cuenta este apasionado que lleva 15 años, más de la mitad de su vida, apoyando de cerca al conjunto grana. "Desde la época de Polaris World lo hago y este año me ha sabido poco el hecho de tener apenas 10 partidos en casa y yo, además, al último no pude ir por un compromiso", indica Torito, quien se consuela sabiendo que la temporada ha finalizado con la salvación de su UCAM CB y para él, además, con una medalla histórica que celebró en su momento y hoy puede contemplar cada día.