tenis / OPINIÓN

Yo ya le di las gracias a Nadal en 2003 con un zapato de por medio

31/01/2022 - 

MURCIA. Yo ya le di las gracias a Rafa Nadal de una manera absolutamente casual en 2003 y hoy, 19 años después, sigo haciéndolo de modo causal.

Fue en el Murcia Club de Tenis durante un partido del Campeonato de España por equipos de Primera División que se celebró en la capital del Segura y que estuvimos presenciado juntos, de pie, codo con codo. Entonces Rafa, que tenía 17 años, empezaba a sonar como un prometedor tenista y así había oído hablar de él. Faltaban dos años para que ganase su primer Roland Garros, el primero de los 21 títulos de Grand Slam que lucen en su palmarés.

Los dos estábamos en la puerta de acceso a la pista principal del club viendo uno de los encuentros de aquella competición. Él, ya de corto, esperando su turno para jugar con el RCT Barcelona 1899, su club de siempre, y yo con mi hijo Manuel, nacido unos meses antes, sentado en su silleta. Como suele ocurrir con los niños de esa edad se quitó uno de sus zapatos, que cayó al suelo, y ahí Rafa que lo recogió y me lo dio. Le correspondí con un "gracias", el primero de muchísimos que, aun sin hablar, le habré dedicado aunque estos a él no le hayan llegado directamente. Hace muchos años que los españoles y no españoles que sentimos admiración por él no hemos dejado de animarle y de mostrarle agradecimiento.

Pocos personajes, no hablo ya sólo de deportistas, habrán dejado un legado como el de Nadal y no sólo por sus victorias en la pista sino por lo que transmite en todo lo que lleva a cabo en su día a día. Es un ejemplo a seguir por su determinación, su afán de superación, su compromiso, su humildad, su comportamiento en la victoria y en la derrota…

Está claro y ha vuelto a quedar de manifiesto en Australia que NADA-l es imposible para RAFA, un caso de resiliencia que habría que estudiar a fondo para poder clonarlo. El tiempo y los indudables méritos del tenista manacorí han hecho que se acaben los calificativos para definir lo bueno que es y lo bien que hace las cosas. El día que se retire, que este lunes 31 de enero ya no parece tan cercano, será el momento en el que todos los que hemos vibrado con él nos pongamos de pie, le despidamos con un aplauso y mordamos lo que tengamos más a mano como él ha hecho tantas y tantas veces con los trofeos que ha conquistado.

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